¿Vieron ese momento en donde pensas que no te puede ir más para la mierda? Bueno, la vida de Clara Dumon se encontraba así, eso de ser actriz de diecinueve años en Argentina no era fácil, menos viviendo sola en la Capital de este país.
Pero para su...
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[...]
Me fue para el ojete.
No quedé, estoy segura.
El pelotudo este de Enzo vogri no sé cuánto me cago la existencia.
Cada que intentabamos seguir el guión me miraba tan fijamente que me ponía nerviosa hasta el punto de balbucear y tener que repetir tres veces una escena de menos de diez minutos.
Todo de él destilaba una energía fuerte, enigmática...Magnética. Sin contar que tenía un aroma exquisito que ya al parecer lo caracterizaba.
Todo de él te hacía en parte chiquita como hormiga, era tan fuerte su mirada, cargaba un porte elegante, sus movimientos eran con determinación. Se nota un tanto reservado pero con la producción es amable y simpático, menos conmigo, ni siquiera me miró al despedirse.
Y si, todo esto lo deduje con a penas una hora junto a él.
-Boluda, no te hagas la cabeza. Capaz si quedaste y es más, los errores que llegaste a tener sirvan para demostrar ese lado de "Pilar" que tiene, donde es vueltera e indecisa.
Miro a la morocha que esta sentada en el piso frente a mi, yo mientras tanto me encuentro tirada en el sofa boca abajo.
-No sé, siento que posta no quedé. Me puse bastante nerviosa y lo peor que nunca me pasó algo así. En todas las obras románticas que he estado jamás llegué al punto de ni siquiera poder pronunciar "Me parece excelentemente bien"
-Bueh, amiga también con tu dislexia no diagnosticada es normal que te cueste.
-¡Pero literalmente la acabo de decir bien, dale!
-Para mí sí quedas, qué querés que te diga...Igual entiendo tu nerviosismo, Enzo Vogrincic es como decirlo respetuosamente...el deseo carnal personificado, en mis más oscuros sueños el sería el protagonista de lujuriosos encuentros.
Solté una carcajada mientras la observaba agarrarse la cara con las dos manos poniendo los ojos en blanco demostrando satisfacción.
-Igual, te acordas que te conté la otra noche que había salido y me crucé a un pelotudo flashero...
-Ajá...-Me insito a seguir mientras se sentaba con las piernas cruzadas.
-Bueno, era él -Sonreí con gracia cuando la vi abrir de más los ojos.
-¡Jodeme!
-Sí, sí...como escuchaste, amiga.
-No parece ser boludo, capaz esa noche tuvo un mal día.
-Capaz, pero hoy también fue raro porque literal se comportó distinto, como más maduro...ponele, me sonrió como estúpido todo el tiempo al ver que yo no era capaz de sostenerle la mirada.
