CAPITULO 5

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Meter a Harrow a la bañera, con la sola ayuda del enclenque mayordomo fue una labor titánica

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Meter a Harrow a la bañera, con la sola ayuda del enclenque mayordomo fue una labor titánica. Sobre todo porque su hermano despertó unos segundos antes, y empezó a debatirse, gruñendo y ordenando que lo dejarán dormir.

-¡Con un demonio!-vociferó Harrow cuando tras resbalar Perkins, el cuerpo del marqués se le soltó de las manos, y se sumergió en la bañera salpicando agua en todas las direcciones.

Perkins lo miró horrorizado, y Eric le hizo señas para que se fuera. El pobre hombre salió corriendo antes de que su hermano terminara de incorporarse escupiendo agua.

-Buenos días, querido. Por fin despiertas-se burló.

-Que te aspen, el agua está helada-se quejó el otro, mirándolo con un ceño feroz.

Eric se apoyó contra un mueble que contenía los utensilios para el aseo, y lo miró con una ceja alzada.

-Yo también me alegro de verte. Más bien me alegro de que estés vivo. ¿A caso pensabas matarte a base de alcohol?

Benjamin desvió la vista, y se relajó en la bañera evitando contestar a su pregunta. Resultaba obvio que se sentía avergonzado por haber sido hallado en aquel estado deplorable, por lo que decidió no aumentar su humillación.
Tomó el jabón y los demás utensilios de baño, y se los acercó en silencio.

-¿Cuando llegaste?-preguntó después de unos segundos de tensión.

-Hace un rato. Terminamos nuestros compromisos en Londres, y partí después de cumplír con tu encargo sobre Sir Miles. Tenemos que hablar de ese tema, pero puede esperar a que soluciones lo urgente.

-¿Dónde está Weiss?

Eric encontró su mirada apagada, y decidió que era mejor no decirle que el capitán lo había visto ebrio.

-Almorzando. Perkins me ayudó a meterte a la bañera.
¿Qué pasó con tu esposa? Saliste de Green Hill decidido a recuperarla.

-Y lo estaba. No obstante ella no tenía deseos de regresar a mi lado.

-¿Cómo lo sabés?

Eric dudaba que así fuera. En los días que había convivido con el matrimonio, le había resultado obvio que la dama estaba encandilada por su hermano. La mujer lo quería más allá de un enlace arreglado.

Harrow lo miró con mal gesto.

-Me lo dijo ella misma. Primero se negó a recibirme, pasados unos días, logré abordarla fuera de la casa, y entonces...

Él no siguió y comenzó a frotar sus brazos con energia.

-¿Entonces?

El marqués tragó saliva y en un murmullo hosco siguió:

-Felicity, se negó a escucharme y me echó de su lado con cajas destempladas.

Eric casi se rió al ver la mueca contrariada que teñia sus rasgos. Parecía un niño al que le habían negado su dulce favorito.

Conquistar a un lord*PRÓXIMAMENTE RETIRADO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora