Angels Like You [LuciferXOC]

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⚠️ Trigger Warning ⚠️
En este capítulo van a tratarse temas como abuso, y autolesion. Esto es una historia, cada unx es responsable de lo que Lee. Si SOS suceptible a estos temas te recomiendo que dejes de leer.
Ahora sí, sigamos.

Con el tiempo ambas se convirtieron en exorcistas, las mejores que había, pero algo le hacía ruido a Mila. Qué hacían los exorcistas cada año al bajar al Infierno?

-—auch. Anna, qué te dije de dejar las lanzas en el baño?!

—lo siento, las dejo ahí cada que las lavo

—apúrate. Mañana será la primera vez que iremos al infierno. Quién sabe para qué?

—no sé, supongo que nos dirán hoy. Vamos—.

Luego de un entrenamiento estándar de todos los días, Adán citó a Mila en privado

—ambas han sido de ayuda para nosotros. Por eso debo asegurarme de que no te vas a tirar para atrás en el Infierno

—si, sobre eso, puedo preguntarle algo?

—seguro

—exactamente qué hacen en el Infierno?

—básicamente acabamos con cuántos demonios estén en nuestras manos

—por qué?

—Sera diría que es para evitar que suban y nos superen pero la verdad es que es malditamente divertido!

—pero, qué hicieron para merecer eso?

—son pecadores. Criaturas de Lucifer. No son merecedores de esto. Además, podemos hacerlo y listo. Es divertido, verlos correr como si sus vidas valiera algo

— pero, ustedes van matan gente?

—sep

—y vuelven aquí? Al Cielo?

—sep

—si, no. Voy a pasar con eso

—oh, vamos! Te vas a cagar ahora muñeca?

—tómalo como quieras. No soy una asesina

—sabes que mentir está mal, no? Sé lo que hacías en tu vida pasada muñequita.

—almenos nunca maté inocentes

—te crees mejor que yo zorra? Chupabas vergas para vivir

—trata de ser una mujer inmigrante imbécil

—no tengo que. Las perras como tú viven gracias a mí

—ajá, algo así. De verdad eres un asco. La única razón por la que estás aquí es porque fuiste la primera creación

—puede ser. Pero no hay forma de que me vaya de aqui tetas de azúca— no pudo terminar la frase cuando recibió un golpe en la cara— maldita perra— la tomó del cuello y la estampó contra la mesa sosteniendo sus muñecas— te crees mejor que yo? Soy el maldito Adán y puedo hacer lo que se me plazca

—suéltame!— dijo forcejeando

—sabes, eres ardiente cara de angel. Cuánto me costará uno de tus servicios?

—pedazo de mie— le cubrió la boca con una de sus manos

—qué dijiste? Nada? Oh, qué considerada— dijo antes de empezar a besarle el cuello mientras Mila empezó a gritar y llorar sin poder hacer nada cuando Adán comenzó a quitarle la ropa.

[....]

—vamos Mila. No vas a ir hoy? Nunca faltaste— decía Anna intentando levantar a su hermana de la cama

— no me siento bien

—estás bien?— Mila lo pensó un segundo y asintió

— si, no pasa nada. Vé, yo estaré bien

—ok, te veo en unas horas— dijo antes de salir.

Mila se sentó en su cama y entró a la ducha. Comenzó a frotarse jabón con una esponja desesperadamente en un intento por borrar lo que había pasado.

Pero sin importar qué, ese sentimiento no se iría nunca.

Al salir, vió su piel enrojecida por los frotes y los moretones que Adán le había dejado.

En un arranque de ira golpeó el espejo, los vidrios cayeron sin hacerle daño, pero Mila quería que lo hicieran.

Se rodeó con sus brazos comenzando a clavar sus uñas en su piel.

Quería desollarse viva. No quería tener la piel que tocaron sin su permiso.

La rabia se apoderó de ella recordando su vida pasada donde tantas veces le habían hecho lo mismo.

La sangre comenzaba a correr por su espalda y brazos. No importaba, su piel ya no era la misma. Ella no era la misma.

Las lágrimas fueron lo siguiente, un sentimiento de asco y tristeza. Sus manos ensangrentadas se dirigieron a su cabello. Presionandolo con fuerza hasta arrancarlo.

No quería pensar.

Se miró al dañado espejo una vez más. Seguía sintiendo SUS manos sosteniendo las suyas, SU aliento en su cuello, SU peso sobre ella.

Mila tomó con fuerza el lavabo hasta el punto de arrancarlo y lanzarlo contra una pared, chocando contra su lanza angelical; la cual cayó sobre su brazo, cortando superficialmente su piel.

En eso, Mila se dió cuenta que la lanza le hizo daño.

Las lanzas angelicales pueden lastimar a los ángeles.

De pronto, alguien llamó a la puerta

—si?

—Sera quiere verte— era Lute.

Mila se puso su uniforme.

El mismo uniforme que el día anterior.

Fué acompañada por Lute hasta la corte donde se encontraban los miembros de la misma, Sera y Adán.

Mila se sentó donde le indicaron y Sera empezó a hablar.

—Mila Casina. Sabes por qué estás aquí?

—no— respondió sin más

—ha llegado a nuestra atención de tus intenciones de atacar el Cielo. Es verdad?

—qué? No. De dónde sacan eso?— miró a Adán — por supuesto

—donde te encontrabas el día de ayer a las 12:48 pm? Tengo entendido que tus compañeras no te vieron salir luego del entrenamiento

—estoy segura de que Adán puede responder eso

—jajaja, no entiendo de qué hablas linda. Yo salí con Lute justo después que los otros exorcistas

—mentira

—mentira? Bien, dime, dónde estaba yo a esa hora, perra?— Mila se quedó callada mirándolo fijamente

— suficiente! — dijo Sera— por falta de pruebas a tu favor no podemos hacer mucho por tí Mila, entiendes eso?

—si— dijo cabizbaja

—por atentar contra las autoridades del Cielo y conspirar contra las mismas. Serás desterrada al Infierno, sin retorno.
Lute— ordenó Sera, a lo que Lute prosiguió a arrancarle las alas de su espalda

Logró ver atrás de ella como Adán y Lute estaban burlándose

— Adán hijo de pe— no pudo terminar la frase cuando la arrojaron por un portal.