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(no puse lo de la prueba semanal de estar atados porque me dió paja y me olvidé jajsjj)
(Comenten en todas las partes aunque sea una boludez)
Después de la gala de salvación todos siguieron su camino cada quien con su grupo, Gisela suspiro y miro a Nico para levantarse del sillón.
—vamos a comer rico por lo menos el sábado. —dijo Nicolas mirándola con una sonrisa
El morocho abrazo a Gisela por el cuello haciendo que la rubia lo abrace por la cintura, el morocho dejo un beso en la sien de la chica.
—vamos a cenar juntitos.—Gisela le sonrió
Nico asintió—si, vamos a comer y hacer lo que nos gusta.—el la miro—estar juntos.
Gisela asintió con una sonrisa—eso si me gusta.
—¿Vos estás bien?—le pregunto ahora cambiando de tema por qué se le veía en la cara
Nicolás ya la conocía y notaba en su cara como le dolía que una persona que fue importante para ella la mandaba a placa.
No lo consideraba traición solamente le dolía tampoco le iba a reclamar por haberla nominado, lo único que quería era pensar que no la mando porque le puso los puntos pero al ver que Alan no podía mirarla a los ojos le confirmo lo que pensaba.
El que Alan no pueda mirarla a los ojos le confirmo sus sospechas.
—si, yo estoy bien. —dijo Gisela mirándolo—pero que puedo hacer yo.
Nico asintió —tranqui igual, si querés hablar sabes que me tenés ¿No?—
Gisela sonrió enternecida sin duda había encontrado a alguien que además de Zoe, Rosi, Luchi y Lisandro la escuchaba, pero con Nico era diferente la relación que tenían se volvía algo más íntimo.
—si, Nico.—le dijo—gracias, posta.—dijo ella mirándolo—sos divino pero ya te lo dije.
Gisela con llevo su mano a la mejilla del chico para acercarse levemente a el y dejar un mini beso en la mejilla del morocho, al separarse ambos se sonrieron.
—Gigi.—La voz de Alan llamo la atención de los dos—¿Podemos hablar? —pidio
Ahora sí se dignaba a mirarla.
Gisela miro a Nico—podemos ir a acostarnos después si querés.—Nicolas se refirió a qué hoy acordaron en dormir juntos
—no tranqui.—la rubia le susurro a Nico—Alan, no quiero hablar.—le dijo
—pero, Gigi...
Gisela negó—Alan, entendeme por favor.—pidio—no quiero hablar ¿Si?—le pidió a Alan
Alan asintió para después mirar a Nicolás y si las miradas matarán Nicolás estaría diez metros bajo tierra pero lo que menos hizo Nicolas fue sentirse intimidado, Gisela entrelazó su mano con la del morocho para arrastrarlo hasta la mesa de la cocina donde ambos se sentaron.
