Bus Crush (Vernon One Shot)

Amor pasajero

Eran las nueve de la noche. Luego de un ajetreado día, lo único que podía calmar el corazón de Vernon, era esa hora de viaje en el colectivo de Gangnam. Ni siquiera tenía un destino, esperaba que el autobús diera toda la vuelta para después bajar en el mismo lugar. Era su momento, un momento para él, para respirar, para oír música, para pensar.

Siempre que podía, hacía ese viaje; su trabajo a menudo lo dejaba exhausto y pensar (o pensar en nada) era más difícil si se quedaba en casa con la televisión encendida o con el teléfono entre las manos. Si viajaba por lo menos una hora en autobús sus ojos se extraviaban entre la jungla de edificios de la gran ciudad, los colores de las luces se reflejaban en lo cristalino de su retina y los murmullos se volvían ruido blanco al fondo de su música favorita.

Relajante.

Eran él, su beanie, su mochila, la mascarilla y la música. El equipo perfecto para clarificar el estrés, para dejarse esconder entre la multitud, para entregar el trabajo al día siguiente y para recordar la belleza en los detalles sencillos.

Pero eran las nueve de la noche cuando, después de sentarse en la fila de autobuses de la izquierda, esa persona de cabello brillante entró por la puerta de enfrente, con elegancia sacó de su bolsillo su billetera, la acercó al marcador y de pronto ya estaba dentro.

Vernon no se había dado cuenta, pero desde que puso un pie en el colectivo, sus enormes ojos pardos se habían quedado prendidos en asombro, mirando su rostro, como las comisuras de sus labios se levantaban al hacer una pequeña reverencia mientras buscaba asiento, cómo el abrigo color crema chocaba delicadamente con otros pasajeros, como, inadvertidamente, había llegado hasta su lado y había inclinado su cabeza con ingenuidad.

Entrecerró los ojos y fue hasta entonces que Vernon se enteró de la intromisiva acción que realizaba al no quitarle la mirada de encima.

Escondió su rostro de inmediato y sus mejillas comenzaron a arder, recordó de milagro que llevaba una mascarilla puesta porque justo empezaba a volverse loco ¿qué tal si alguien más lo había visto?

Pero escuchó una risilla.

—¿Está ocupado?— esa persona preguntó con la voz más dulce que alguna vez el joven hubiera escuchado. Su mundo se destruyó en tres, dos, uno.

Volvió su mirada y asintió, luego negó "No, no está ocupado" quiso decir, pero la lengua se le tropezó y las cuerdas vocales se pusieron en huelga. Asintió de nuevo y con su mano derecha ofreció el asiento del lado del pasillo, porque el ya estaba al lado de la ventana.

La persona de abrigo color crema volvió a reír en pequeño y tomó asiento.

Vernon tragó saliva, abrazó su mochila y puso su mirada hacia la ventana, recuperando un poco la dignidad que le quedaba. Puso su playlist favorita y de un momento a otro comenzó a sonar la versión acústica de "Cayendo" por Frank Ocean.

Cerró los ojos y comenzó a pensar en lo que la melodía lo hacía sentir; el viento del aire acondicionado fungía una gran parte en su cuento vívido porque lo hacía recordar las brisas heladas pero tersas de la playa, la música lo llevó hasta ahí, la calidez de las luces de la ciudad que iban y venían lo hacían pensar en cómo el sol se filtra a través de las hojas de las palmeras y la letra lo transportaba hacia el interior de su corazón.

Había sido una semana larga, a penas y había logrado dormir cuatro horas acumuladas, sin embargo, no cambiaría su trabajo por nada, es por eso apreciaba tanto ese viaje de Gangnam a Gangnam, porque no estaba huyendo de su vida, solo estaba viéndola de lejos.

"Si puedo soportar lo que siento ¿por qué me estoy cayendo?" sonaba en sus audífonos cuando el colectivo frenó de repente, Vernon casi seguía despierto, aunque sus reflejos lo habían abandonado paradas atrás. Supo que iba a deslizarse, no sería la primera vez, sabía que sería más doloroso tensar sus músculos así que no lo hizo, su cuerpo se abalanzó hacia adelante y antes de que su rostro golpeara con el asiento de enfrente como esperaba, una gentil mano detuvo su trayectoria sosteniéndole la frente.