Capítulo 3

7 1 1
                                    


Me encontraba delante de Paul practicando un par de acordes que él me enseñaba, y como él era zurdo, era más fácil para mi poder seguir cada uno de los cambios que hacía con sus dedos sobre las cuerdas.

McCartney no era el típico chico fan del rock n' roll, pues no caía en ese estereotipo, al menos no físicamente, y si no hubiera sido porque Ivan nos presentó, de seguro nunca le hubiera hablado en mi vida, no parecía que tuviera gustos similares a los míos pues tenía las pintas de un fan de la aburrida música para ancianos de la BBC, por lo que no me imaginaba que tal vez supiera mucho más de música que yo.

Estás haciendo un acorde de banjo, mira no es tan difícil, sigue mis dedos. — 

Oh, está bien. — Miraba donde estos eran posicionados para imitarlos, presionando las cuerdas sobre los trastes del mástil y rasgueando para emitir el sonido. 

¿Ves? no era tan complicado. — Me agradaba tener su aprobación, pero por otro lado a mi ego no le gustaba mucho estar recibiendo "clases" por alguien que incluso era menor.

Bah, nunca dije que fuera difícil, solo me confundo por el banjo. —  Mi respuesta hizo que McCartney se riera en mi cara, aquello me molestó porque se estaba burlando de mi, pero al final no pude evitar reírme junto a él, admitía que esta era contagiosa.

Acéptalo, Winston, soy mejor que tú y por eso aprendes de mi. — Hizo una expresión que denotaba superioridad.

Ni te creas tanto por saber un par de acordes. — Le di un empujón logrando que perdiera el equilibrio y estuviera a punto de caer, aunque logró estabilizarse, pero su rostro de susto hizo que ahora yo fuera el que riera a carcajadas, llevándome un par de protestas por el menor.

Pasar las tardes junto a Paul, entre "clases" que yo hacía llamar ensayos, risas, reclamos y pequeñas discusiones se había vuelto algo de casi todos los días, incluso cuando íbamos a mi hogar, Mimi terminaba echándonos a la entrada de la casa porque hacíamos demasiado ruido para ella, pero solo éramos un par de adolescentes amantes de la música y con un sueño en común, y este era ser como el maldito Elvis Presley, sí, queríamos alcanzar ese nivel de reconocimiento, soñábamos con esa fama y con tener a las muchachas gritando por nosotros como aquel estadounidense lo hacía con tanta facilidad. Aunque en aquellos momentos se veía como algo casi imposible e incluso los más cercanos nos tachaban de locos por desear algo como eso, pero no nos rendíamos ni nos desanimábamos, porque lo íbamos a lograr por más difícil que fuera, estábamos decididos a alcanzar el éxito.

Si todo esto va en serio, deberíamos empezar a escribir nuestras propias canciones, John. — Con anterioridad Paul me había mostrado un par de melodías de su autoría, pero a pesar de que le había mencionado aquello una vez, nunca habíamos llegado a componer juntos. — No podemos pasarnos la vida tocando canciones de otros, nos tienen que reconocer por quienes somos y que otros canten las nuestras. — Agregó.

Tienes razón, de hecho tengo un par de poemas hechos.— Le mencioné en eso que me levantaba para buscar en mi escritorio aquella libreta que utilizaba para escribir poesía o historias, aunque algunos dibujos se colaban por ahí.

Podrían ser útiles, solo deberíamos ponerle alguna melodía y son canciones. — Me senté en la cama junto con aquella libreta y le entregué un lápiz a Paul.  

Hoy empezaba una nueva etapa, la composición de canciones juntos, la dupla Lennon-McCartney.

Paul tomó mi libreta y comenzó a leer algunos de los poemas que tenía en aquellas hojas, aunque admito que si sentía que me moría de la vergüenza, pero de igual forma estaba orgulloso de mis escritos. En un momento el menor fue por su guitarra, comenzando a incluir unos acordes mientras tarareaba por encima la poesía.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

In My Life (hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora