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Anal.

Yo tenía 20 años, él tenía 42 años. Era un hombre muy guapo, con mucho porte. Estuvimos saliendo varias veces hasta que me hizo una propuesta. Ser su novia pero tener una relación abierta. Es decir, ser su novia no significa que sería la única pudiera haber más. Y el que fuera mi novio significa que no tenía que ser el único yo podía tener más parejas si así lo quería.

Para mi fue la propuesta perfecta. No quería un compromiso pero la idea de tener una pareja me hacía sentir bien. Además, Julián tenía dinero, era un hombre con una estabilidad económica llamativa.

Él me apoyaba mucho económicamente yo me había ido de mi ciudad para estudiar, yo era estudiante solamente con un trabajo de medio turno para pagar mis deudas básicas de renta, servicios, comida.

Obvio en cada salida que nos veíamos, cogíamos. Era un hombre que sabía cómo tener sexo, me gustaba, era muy placentero coger con él.

Cuando cumplimos 3 meses de relación después de una noche de sexo, acostados en la cama me dijo que quería dar un paso más. Que ya no tendría que trabajar si aceptaba su propuesta la cual era convertirme en su esclava sexual, el sería para mi un suggar daddy. Yo acepte, no fue difícil aceptar de solo pensar que mi vida financiera sería menos complicada.

Después de esa noche, nos veíamos de 3 a 4 veces por semana. A veces íbamos a un motel, a veces a su departamento y eran noches de mucho sexo. Me hacía lo que él quería. Experimente muchas sensaciones que no conocía. así que hacíamos bdsm, bondage, juguetes sexuales.

Cuando pasaron 3 meses más, es decir a los 6 meses de relación se presentó una oportunidad para mí en la universidad de irme de intercambio a otro país, pero tenía que cubrir ciertos gastos los cuales eran muy costosos. Así que acudí a Julián a pedirle ayuda económica. El sin titubear me dijo que sí. Pero me dijo que a cambio de un favor. Yo sabía que se trataba de sexo, pero no me esperaba su propuesta.

Me dijo, has sido buena niña para mí, has aceptado todo lo que he querido hacerte, pero me falta algo más que no me has dado.

Yo un poco enrojecida le pregunte ¿Qué es?

Y me dice quiero cogerte analmente, quiero que me entregues ese chiquito que veo cada vez que tenemos sexo. Quiero hacerte mía, quiero dejarte ese ano como una donita abierta. Quiero que te conviertas en mi putita. ¿Aceptas? A cambio yo te pagaría todo tu viaje y estancia a donde te quisieras ir.

Y acepte, porque necesitaba el dinero, pero también porque yo tenía muchas ganas de experimentar el sexo anal. Mi ano era virgen.

Y me dijo, muy bien prepárate nos vemos en unos días te llevaré a un lugar muy especial.

Pasaron 3 días, nos vimos una tarde en su departamento y me enseño unas hojas y me dijo las tienes que leer y firmar. Era un contrato de aceptación a términos y condiciones. Después nos subimos al carro y llegamos a unas cabañas, y me enseño una silla de ruedas y me dijo, tienes que salir usando esta silla y me reí y le dije claro que no estás loco. Y me contesto está bien, no me crees pero me pedirás una silla porque no podrás ni caminar.

tomamos un poco de vino. Nos metimos a bañar juntos Y me dijo, te encantará todo lo que te tengo preparado, no volverás hacer la misma.

Salimos de bañarnos, me puso en cuatro y me dijo te quiero tomar una foto. Para que tengas una foto de recuerdo de cómo era tu ano antes de ser abierto.

Después de la foto le dije ¿Mañana a qué hora empezamos? Y me dijo ¿Mañana? Vamos a empezar hoy mismo.

Comenzaremos con un enema, tu culito tiene que estar bien limpio para ser abierto.

FantasiasWhere stories live. Discover now