La verdadera cara de las mentiras

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 Merce siempre tuvo miedo a la muerte, a no ser un orgullo para la gente, y a que sus secretos sean descubiertos. Os voy a contar la verdad de un gran secreto, un secreto oscuro que nunca fue revelado, un secreto que os dejara los pelos de punta, una verdad llena de sangre y muertes.

Todo empezó en 1953, Merce tenía 15 años y llegaba a casa después de estar en casa de su novio, cuando entro en aquella espantosa casa vio un rastro de sangre, lo siguió y cuando llego al final vio a su madre tirada en el suelo sin vida, había sido estrangulada, Merce no pudo retener las lágrimas cogió el cuerpo de su madre y lo abrazo, estaba por llamar a la policía, pero se dio cuenta de que sus manos estaban llenas de sangre de su amada madre, decidió limpiarse las manos primero, pero cuando llego a la cocina encontró a su padre borracho.

-¿Padre que ha pasado?

-¿Qué?

-¿Qué le ha pasado a madre?

-¿Esa puta?, se merecía morir y yo he hecho que eso se cumpla.

-¿Qué ha podido hacer que fuera tan malo como para que la mataras?

-Me ha engañado con el vecino.

-¿Y por eso la mataste?, usted padre está loco.

-Cállate niñata, y prepárame la cena, a ver si eres útil para algo.

Merce preparó la cena para su padre, tenía mucho miedo de que le hiciera algo a ella también, cuando fue a servirle la comida, se encontró con que el borracho de su padre se había quedado dormido en el sofá, con el rencor que guardaba a su padre se dirigió al armario de la habitación de sus padres y cogió una caja que se encontraba en la parte más alta de aquel viejo armario, la abrió y saco una pistola cargada, se acercó al sofá y disparo a su padre en el lado derecho de la cabeza. Aterrada, Merce fue a la casa de su novio y le contó todo lo que había pasado, él la tranquilizó y entre los dos hicieron un plan, Juan iría a casa de Merce, limpiaría todas las huellas y haría que pareciera un suicidio y no un asesinato, mientras Merce haría las maletas para que se fugaran y se casaran. Juan ya se había puesto los guantes, había limpiado las huellas de la pistola, había puesto la pistola sobre las huellas del padre de Merce y la había dejado en el suelo, así pareciendo que cuando disparo se le cayó de la mano, dejando la pistola en el suelo y la mano colgando del sofá. Juan ya salía de la casa, cuando de repente apareció la policía.

-Juan Domingo, queda usted detenido por asesinato.

-Esto es un error hablar con Merce, os explicará todo.

-Eh. Es ella quien nos llamó para informarnos.

-¿Qué?

Juan fue llevado a la cárcel y condenado a 76 años de cárcel, el siguiente día después de que Juan fuera llevado a la cárcel, Merce le hizo una visita.

-¿Qué haces aquí?

-Vengo haberte querido mío.

-¿Por qué lo has hecho?

-¿Hacer el qué?

-Culparme de algo que no he hecho, que has hecho tú por venganza a tu padre.

-Querido mío eres un iluso.

-¿De qué hablas?

-Mi padre y mi madre me hicieron pasar un infierno y yo quería vengarme, al llegar a mi casa encontré a mi madre en el suelo llena de sangre y estrangulada por mi padre, o eso pensaba, pero seguía con vida y me pedía ayuda, sin poderse moverse, era perfecto mi padre pensaba que la había matado, pero yo fui la que termino con lo que había empezado mi padre cogí a mi madre y la termine de estrangular, todavía recuerdo los ojos que tenía, aquellos ojos llenos de miedo y desesperanza. No tenía pensado matar a mi padre, pero cuando lo vi dormido en el sofá tan indefenso, cogí la pistola y le dispare. Fui capaz de matar a mis padres, y si hablas matare a tus padres y a tu hermana, te será mejor callar y volverte más duro, si no no aguantaras en la cárcel, te aviso tengo amigos dentro y espero no tener que utilizarlos, ¿lo entiendes?

Pequeñas Mentiras          Sara RivasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora