VIII

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El juego ya iba a empezar y, mientras Mal y yo estábamos viendo todo desde las gradas, Jay y Carlos parecían no hacer nada, solo estaban en la banca. La banda empezó a tocar, animando a todos los fans del juego. Desde donde estaba, divisé a Doug, quien me devolvió la mirada, pero una parte en mi me decía que algo estaba mal.

El juego casi terminaba, ambos equipos empatados, todos estaban con la tensión a flor de piel, preguntándose "¿Quién ganará?"; la posibilidad de cualquier equipo era grande, hasta que Jay y Carlos entraron. Desde el primer momento, Jay destacó, llevándose a todos sus rivales de por medio, mientras que Carlos apenas y podía seguirle el ritmo a Jay. Pero todo dio un gran giro; con solo un par de minutos para que el partido terminara, fueron Jay, Carlos y Ben quienes anotaron en el último segundo, logrando así la victoria. Todos festejamos su logro con gritos y silbidos, en una explosión de entusiasmo. La mezcla de gritos efervescentes y la música de la banda celebrando se lograban escuchar en toda la escuela. Aunque, toda esa emoción fue interrumpida por el mismo Ben, quien se había colado en la tarima del locutor.

-Tengo algo que decirles... Denme una "M".

-¡M!

-Denme una "A".

-¡A!

-Denme una "L"

-¡L!

Oh, Shit!...

-¡¿Què se forma?!

-¡Mal!...

-¡No los oigo!

-¡Mal!

-Te amo, Mal -en ese instante todos en la cancha pusieron su atención en mi amiga, haciendo ruidos y alborotos para molestarla-. ¡Denme música!

En ese momento Ben empezó a cantar frente a toda la escuela, una canción dedicada a Mal. Mientras ella y yo nos reíamos.

-¿Cuánta poción le pusimos a la galleta? -me preguntó.

-No lo sé.

-Ese hechizo 'ta potente, jajajaja.

Después de cantar, Ben se subió a las gradas donde estábamos e intentó besar a Mal, quien evadió el beso...

-Te amo, Mal. ¿No te lo había dicho?

Audrey se subió acompañada de Chad, y le quitó a Ben el micrófono.

-Chad es mi nuevo novio ahora. No necesito tu bondad -y le dio un beso... FRENTE A MI.

La muy descarada, al ver que su plan para darle celos a Ben falló rotundamente, se fue muy enojada. Mal, como mi mejor amiga, se dio cuenta de que lo de Audrey, de una forma u otra, me había dolido.

-Ahora me da mucha pena Audrey.

-¿Enserio? -le pregunté.

-Si. Pienso que, si ella supiera coser, cocinar, y diera consejos de belleza; no necesitaría un príncipe para ser feliz.

-Si tengo mucho talento.

-Eres muy talentoso.

-Gracias... Mal. Tengo que ir al baño. Ya vuelvo.

Bajé rápidamente las gradas y me dirigí al baño más cercano. Respiré profundo y caí cerca de la puerta del baño. No entendía por qué, pero mi mente dio mil vueltas, mi respiración se sentía agitada y empecé llorar...

Ambos lados del espejo: Descendientes (Yaoi/Boy Love) [Remastered]Where stories live. Discover now