⌑ Tu 𝗻𝗶𝗻̃𝗲𝗿𝗼 de 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘪𝘢𝘯𝘻𝘢, 𝐺𝑒𝑛𝑗𝑖 🍥 · ✧

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Hecho Por: WhatIfNissi

Era un sábado por la tarde, Genji se encontraba en la casa de Kiriko un poco confundido pues la gran mayoría de personas que estaban en la casa se estaban alistando para salir, todos menos él. No entendía que pasaba pero decidió ignorarlo mirando un poco de televisión.
Su rato de paz fue interrumpido cuando una chica del mismo color de su cabello se paró en frente con un zorro color azul celeste, no le dio mucha importancia hasta que ella alzó la voz.
— Necesito que cuides de Kitsune. — Dijo  de manera firme mientras extendía al animal espiritual. Genji la miró incrédulo y se llevó a la boca un poco de su lata de cerveza.
— ¿Estás bromeando verdad? — Respondió restándole importancia.
— No, no lo estoy, voy de salida con mi novia y Ángela por eso necesito que lo cuides. — Habló otra vez Kiriko con el mismo tono.
— ¿Y por qué yo? ¿Hanzo y Cole no lo pueden cuidar? — Estaba tratando por todos los medios de librarse de esa responsabilidad.
— Ellos también van de salida, van a tener una cita en un restaurante, casi nunca lo hacen. Además si tienen ganas también van a quedarse en un hotel porque ya no permitiré más obscenidades en mi casa. — Les "defendió" la peliverde, parecía más un ataque que una defensa. — Como sea, solo quedas tú, que vas a estar aquí sin hacer nada por tu vida, así que lo harás quieras o no. — La amante de los zorros bajó al bichito.
— ¡Parece que tú no entiendes! ¡No quiero cuidarlo! ¡Puedo percibir su odio hacia mí! — Gritó el cyborg molesto.
— ¡Ay! Kitsune no te odia, es solo juguetón, deja de quejarte y cuídalo porque si no lo haces te echo de mi casa. — Kamori salió por la puerta dejando solos a su mascota y mejor amigo. El ninja solo rodó los ojos.

Cuando ya estaban solos Genji volvió a ver al zorro, este lo miraba fijamente, parecía que quería consumir su alma o algo por el estilo.
— Hola amiguito... — Trató de acariciarlo pero en respuesta el espíritu casi lo muerde, eso provocó que gritara de la manera más varonil posible. — ¡Oye si estoy siendo amable! — Le reclamó al animal que hizo caso omiso a sus palabras y se fue de ahí.
Molesto volvió su vista otra vez al televisor y de a poco fue cayendo en los brazos de Morfeo.

Dos horas después...

Dolor, sentía una molestia en su brazo izquierdo, eso fue lo que hizo que se despertara, no entendía porque le dolía... A no ser, de que su dragón estuviera siendo lastimado, al tener un vínculo con su animal espiritual de cierta forma sentía lo que le pasaba. Como no quería seguir sufriendo se levantó y fue a su búsqueda.
Salió de la sala y parecía que un huracán había pasado por toda la casa, adornos rotos, libros en el suelo, puertas rasguñadas y por alguna extraña razón había más de una ardilla muerta en el suelo.
— ¿Pero qué mier-? — Sintió como pisaba el pobre cadáver de una ardilla, sintió unas profundas ganas de vomitar.
¿¡Quién fue el responsable de tanta destrucción!?
No lo sabía, pero apenas lo encuentre lo hará pagar, su mente pensaba que fue un coyote o algún mapache aunque era muy poco probable.
Continuó con su camino y en el pasillo que daba hacia la cocina había un camino de sangre, junto con el cuerpo de una rata, decidió ignorar aquel horrible panorama mas un chillido al fondo del lugar hizo que corriera hacia el, ya que cuando escuchó ese ruidito de inmediato sintió una punzada en su brazo.
— ¡Ramen! ¿¡Estás aquí!? — Gritó desesperado, necesitaba encontrarlo.
La escena que vió hizo que se le helara la sangre.
Su dragón era mordido por el maldito zorro de su mejor amiga, gracias a Dios no estaba muerto pero si herido y Kitsune sin ningún tipo de piedad lo seguía mordiendo. Genji de manera rápida le arrebató a su pobre espíritu y se subió a una encimera.
— ¡Aléjate maldita cosa del demonio! — El peliverde miró a su alrededor y tomó un cuchillo para defenderse mientras lo apuntaba hacia el animal espiritual.
El zorro no le quitaba la vista de encima y al cabo de cinco segundos se tiró sobre él.

— Estuvo increíble ese Spa, en serio, deberíamos salir más seguido. — Kiriko se acercó a la puerta de la casa mientras hablaba con su novia y prometida de su amigo.
— Para la próxima las llevaré al cine. — Dijo Hana estirando un poco sus brazos.
— Es una excelente idea. — Habló Mercy con una sonrisa.
— Sí. — La amante de los Zorros buscó en su bolso sus llaves para abrir la puerta. — Ese es un pla- ¡Por el amor a Kitsune! ¿¡Qué demonios pasó aquí!? — Gritó molesta la chica al ver su hogar "patas arriba". — ¡Genji! ¿¡Dónde estás infeliz!? — Entró a la casa seguida por las dos chicas que iban con ella.
— ¿Eso son ardillas muertas? — Preguntó la castaña tratando de no vomitar. Ángela le ayudó a sentarse.

Kiriko buscó en todo sitio a su amigo y llegó al cuarto de pilas donde encontró a Genji en posición fetal mientras se balanceada, tenía uno que otro mordisco, su pelo estaba alborotado y las partes robóticas de su cuerpo estaban rasguñadas.
— ¡Shimada Genji! ¿¡Qué es lo que le pasó a mi casa!? — Preguntó furiosa pero lo único que recibió fueron unos balbuceos sin cuerencia.
— Kitsune... Ramen... Casi muero... ¡Ardillas! — Se tapó su cara mientras se balanceada más fuerte.
¿Qué fue lo que pasó y dejó tan traumado a Genji?
No sabemos, pero una cosa es bien clara.

La terapia va a estar cara.

Oᥙr Fᥲmιᥣყ Isᥒ't Normᥲᥣ ; Ovᥱrᥕᥲtᥴh ༅Where stories live. Discover now