♡ [2] Romeo, Desempleo Y Julieta.

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[ Julieta ]

—¿Sabes qué, Francisca? Ándate a la chucha tú y la política de esta empresa, yo renuncio.

Sentí mi cara hervir, probablemente mi rostro estaba rojo de ira. A pasos rápidos tiré los papeles sobre el escritorio de ella quien me miraba con una cara sorprendida por mi reacción, rápidamente comencé a dirigirme al ascensor, solo queriendo salir de ese ambiente tan caótico.

Mientras cerraba la puerta sentí vibrar mi celular dentro de mi bolsillo izquierdo, por costumbre lo tomé para revisar por la pantalla de bloqueo lo que fuera.

Era un mensaje de texto, como soy curiosa, lo abrí:

"Fran gerente: ni creas que te vamos a recontratar. No voy a permitir que una persona poco profesional como tú vuelva a estas oficinas" y seguido de eso, comenzó a sonar mi celular con su contacto en llamada.

¿Cómo puede ser posible tanto descaro? Más encima cree que voy a volver, ¿Ella cree que soy weona? ¿Esto puede ser denunciado? ¡Porque esa...! ¡Ahg! ¡Me va a escuchar!

Bueno.

Si es que le atiendo.

Claramente bloquearla es mucho más molesto y no tengo la necesidad de gastar saliva con la pendeja esa.

—La Francisca está en la línea preguntando por ti— El conserje me acorraló de preguntas mientras yo a pasos firmes caminaba en dirección a la puerta. —Está encendida, ¿Qué le dijiste? ¿Qué le digo yo?— susurró cuestionándome con la mirada intentando descubrir que había pasado como para tener a la jefa tan alterada. Me calmé y tomando aire lo tomé de la mano:

—Espero que el infierno sea divertido durante mi ausencia, Jorge.— Sonriéndole, salí a pasos rápidos calle abajo y me mezclé entre la multitud por la alameda

Muy bien, ¿Y ahora?

Mi plan solo consistía en salir de allí con la poca dignidad que me quedaba.

Supongo que por hoy debo ir a la casa.

Y era. No puedo hacer más nada.

A pasos lentos comencé a caminar hasta la parada de micro¹ más cercana, no pude evitar mirar de reojo las vitrinas de los locales por los que pasaba; curiosamente la mayoría por los que pasaba estaban llenos de globos rosas, ¿O es solo coincidencia?

Ah.

Mañana es 14 de febrero, día de enamorados.

Cómo si me hubiesen mencionado el nombre de la comida más vomitiva del mundo, me retorcí, ciertamente es un día más del calendario para mi.

Realmente no tengo amigos a quienes saludar ese día, ni mucho menos una pareja con quién pasarla.

Tampoco quiero que suene triste esto.

Es increíble como disociar entre nuestros pensamientos nos puede llevar a estar desconectados de la realidad aunque sea por un rato. Si yo pudiese pedir un deseo, pediría que esos ratos de desapego de lo real durasen un poquito más.

Porque no sé en qué momento me he subido a la micro, pero sé que me falta mucho trayecto aún para llegar a la casa.

...

Cuando yo era pequeña creía que el ideal de imagen de una mujer era siempre estar rodeada de personas, y que tal vez yo debía aspirar a ser una niña así, tal vez a ser esa estrella que nadie podría dejar de observar durante mucho tiempo, ese tipo de chica que todos sueñan con tener.

Porque ese es el tipo de chica que va ganando en la sociedad.

Cuando comencé a crecer y entré en mi adolescencia repudié esa idea, no sé qué me hizo cambiar drásticamente de opinión pero de un momento a otro mi ideal femenino era el tipo de mujer que no necesitaba estar rodeada de personas para ser ella misma, mi ideal femenino dejó de ser una estrella para pasar a ser el de una luna.

Galletas Para Un Corazón Malherido [#ONC2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora