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Caminaba tranquilamente saliendo de su casa hoy no se encontraba my melody en su casa debido a que tenía que encontrarse con unos amigos

Asi que en lo que su amada se encontraba lejos aprovecharía para ir por un poco de comida y distraerse  pero en el camino se encontro a Badtz Maru su amigo del alma o eso creía, intento alejarse lo más posible pero fue notada por el pingüino

—kuromi— con una simple palabra paralizó a la diabla evitando mirar a el contrario

—maru — la demonio asustadiza intento voltear para ver al pingüino y al hacerlo su corazón se paralizó — cuánto tiempo sin verte.

Su sonrisa se desvanecía al pasar los minutos en aquella cafetería, su pareja estaba esperando por ella y eso le preocupaba bastante

—kuromi — realizó una pausa mientras la miraba— que te está pasando? — tomo un sorbo de su malteada penetrando el ser de kuromi con su mirada

— a qué te refieres?

_ estás actuando más silenciosa que antes y de milagro te encontré, ya no te veo demasiado por la calle

— oh, pero que dices maru! Soy la misma — se levantó de la mesa alzando la voz

— encerio? — la miró con una tranquilidad sorprendente para los demás que los rodeaban — demuéstralo y no me defraudes kuromi.

Con eso el pingüino se marchó pagando la cuenta y dejando pensativa a kuromi ella no era así que demonios le pasaba? Su respiración era agitada alguien la estaba observando, miró a su alrededor con el  ceño fruncido y se encontraba solitaria en aquella cafetería, nada y nadie se encontraba a su alrededor se encontraba sola

¿Qué pasaba si melody se apartaba de ella? A quién tenía? Solo a ella y maru su único amigo.

Llegó a su hogar era demasiado tarde, no quería regresar  pero era el único lugar donde podía descansar, pensaba dormir en la sala pero la luz de la cocina estaba prendida dudaba en si acercarse o no pero escucho su nombre resonar en la casa obscura

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Llegó a su hogar era demasiado tarde, no quería regresar  pero era el único lugar donde podía descansar, pensaba dormir en la sala pero la luz de la cocina estaba prendida dudaba en si acercarse o no pero escucho su nombre resonar en la casa obscura

—¿kuromi? ¿Ya llegaste a casa?— la sombra de la rosada se asomaba por la entrada de la cosina al parecer tenía algo en la mano

—medoly— intento sonar ruda pero su voz a volvió aguda

—kuromi, ven a aquí.

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⏰ Last updated: Feb 13 ⏰

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𐙚ℒ𝒂𝒔 𝒂𝒑𝒂𝒓𝒊𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒔 𝒆𝒏𝒈𝒂𝒏̃𝒂𝒏₊˚⊹Where stories live. Discover now