Sólo es un Juego [Drarry/Harco]

VII

(...)

Habían pasado unas por lo menos dos semanas, Harry quería hablarle a Draco a toda costa, pero Draco siempre lo empujaba o ignoraba.

- Draco, háblame por favor. - Le rogó Harry cuando se toparon en el pasillo.
- No. Te dije que te pierdas de mi vista, desaparece. - Se dispuso a irse hasta que escuchó al azabache.
- Draco... en serio... por favor déjame explicarte todo. - Dijo apenado.
Soltó un leve suspiro y respondió- Bien, tienes 5 minutos.
- Bien, estate atento. - Harry dijo emocionado.
- No me digas qué hacer, Potter.
- Empecemos por ese día... yo estaba escuchando atentamente a ver quiénes entraban al Torneo cuando escuché el nombre de Cedric, él era - Énfasis en el "era" - mi amigo, pero de pronto él sólo me besó para ir atrás de Dumbledore, no me dió tiempo a reaccionar para decirle que no quería, no fue consensuado, a eso me refiero. - Hizo un gran esfuerzo para no llorar. - Cuando te fuiste te ví, pero quería seguir escuchando a ver si tenían algo más que decir, aunque para mi sorpresa, apareció un papel en el Cáliz con mi nombre, y... - sus ojos empezaron a gotear ligeramente - todos me abuchearon diciéndome "tramposo" y "basura". Ron me dejó de hablar porque piensa que fui yo quien puso el nombre cuando no. - Él empezó a sollozar, haciendo que Draco lo mirara aún más confundido pero también enojado. - Te busqué por más de dos horas luego de eso porque todos me miraban como si fuera un bicho raro y no quería estar en la Sala Común, solo quería estar contigo para explicar todo lo de Cedric y de paso desahogarme con alguien... pero cuando te encontré jugando decidí esperarte para poder hablar bien contigo. Cuando terminaste me acerqué a ti y bueno... pasó lo que tú ya sabes. Solo quería preguntarte si también estás bien, y quería pedirte perdón, por todo, y porque aunque no me lo hayas dicho sé que todo tu dolor fue por mí. - Terminó.
-

¿Éso fue todo? - Preguntó Draco, a lo que Harry asintió. - Bien. Adiós.
- ¿No vas a decirme nada? - Harry preguntó desconcertado.
- Necesito pensar en qué decirte. Yo te hablaré cuando sepa qué hacer. Adiós.
- Bien... hasta luego. Cuídate, amor. - Draco se estremeció ante esa palabra, se ruborizó ligeramente pero denubló su mente al notar que se iba a armar una niebla de preguntas sin responder en su cabeza con baja cordura.

Draco estaba en su cuarto pensando en qué hacer, no quería perdonar a Harry tan fácil pero tampoco quería estar enojado todo el tiempo, después de todo se veía que las palabras del azabache eran sinceras, él lo podía ver, pero se negaba a creer eso. Fue un puto y asqueroso juego para Potter, ¿por qué tendría que perdonarlo?
Su cabeza otra vez introdujo sus repugnantes pensamientos intrusivos, Draco le hizo caso y se dirigió al baño, y bueno... su salud mental había empeorado, entre Harry, su papá, su tía, su mamá sola, mortífagos indignados por la muerte de Voldemort en segundo año. Un chico de 14 años no tenía ni merecía sufrir todo eso, eran traumas y daños mentales irreparables, por algo hace dos años se le había diagnosticado leve depresión y ansiedad también leve, aunque con más frecuencia iba aumentando el nivel, siempre estaba de una manera u otra asquerosamente mal, no lo quería negar pero tampoco aceptar, después de todo, aceptarlo solo lo haría llegar al fondo del pozo, y desde hace demasiado había tratado de escapar, llevaba poco más de la mitad y con esa mierda de Harry cayó de nuevo, aunque su autolesión ya no era constante y no le satisfacía como antes, así que luego de eso decidió parar, con un hechizo desapareció las navajas, cuchillas, perfiladores y cualquier cosa con filo que haya en ese cuarto, no iba a regresar a ese mundo jamás, aunque le costara la vida dejarlo.

Por otro lado, Harry también estaba triste, pero también demasiado preocupado y angustiado, ¿qué tal si Draco lo había vuelto a hacer? ¿se cortó de vuelta? ¿está pasándola aún peor que antes? ¿debí hablarle? Por supuesto que debí hablarle, pero... ¿así de directo?...
Harry estaba completamente ansioso, no podía seguir con esa angustia así que decidió ir con Snape para consultar la entrada a la casa, puesto que era una emergencia personal con un Slytherin y estaba urgentemente necesitando hablarle para saber algo. Snape accedió aunque con sospechas.

Harry se dirigió a las mazmorras y dijo la contraseña, todos estaban enojados y confundidos, ¿por qué había entrado un Gryffindor?

- Draco. - Dijo Harry al encontrar por fin su cuarto - ¿Estás aquí? - Draco abrió la puerta desconcertado
- ¿Qué demonios haces aquí? ¿Cómo entraste? ¿Los demás te vieron? - Draco estaba completamente confundido igual que todos los Slytherins que Harry había visto al entrar a la Sala Común.
- Obtuve un permiso de Snape para hablarte, aunque no le dije específicamente quién eras ni cuál era la emergencia de verte. -
- ¿Verme? ¿Para qué? Ya hablaste, Potter. - Draco estaba nervioso, hace no mucho se había hecho unos ligeros "rasguños".
- Porque estoy preocupado por ti, Draco. Temo que recaigas, y por eso quiero estar seguro de que no te pasó nada. - Hizo una pausa y siguió - ¿Me dejas ver tu brazo?
- ... - Draco se quedó en silencio.
- ¿Draco...? Te pregunté algo... dime que no lo hiciste.
- Ti... tiré todo... tiré todas las cuchillas... pero aún así... - Draco se encontró sollozando. - Aún así me hice algunos rasguños... ¡pero nada grave! ¡no te asustes!
- Mierda, Draco, déjame ver. -
- Estoy bien, Potter. -
- No me importa, muéstrame el antebrazo. -

Draco se levantó la camisa ligeramente jadeando por el roce.
- Carajo... - Dijo Harry. - Draco, no lo hagas más. Estoy muy preocupado por ti, no quiero que te hagas daño y menos si es mi culpa. -
- No es tu culpa esta vez, Protagonista. - Draco dudó en decirlo pero al final quiso abrirse. - Verás... siempre tuve una vida de mierda, por más millonario que fuera, mi padre me tachaba de "marica", "débil" y "vulnerable". Por eso me comporté y comporto como me comporté y comporto. - Dejó salir unos suspiros amenazadores por ojos cristalinos. - En segundo año, cuando derrotaron a Voldemort, a mí papá se lo llevaron a Azkaban. Pocos meses después escapó, quiso secuestrarme para llevarme con él, pero no pudo. Mi ansiedad está desde siempre, sólo que no fue hasta ese año que me la diagnosticaron. Unos dos meses después me diagnosticaron también depresión infantil leve. - Estaba llorando, pero ya no le importaba. - Un día, encontré una navaja de afeitar, de esas brasileñas, mi curiosidad entró y la pasé ligeramente por mi antebrazo, aunque esta estaba tan filosa que cortó de inmediato haciendo que me salga sangre. Apurado fuí al baño a limpiarme... lo raro... fue que era en un punto satisfactorio. Lo hice durante varios meses, por eso ni aunque fuera verano me sacaba la camisa negra con la túnica, ¿recuerdas? - Harry asintió con lágrimas cayendo - Hasta que mi mamá me encontró un día en el baño porque estaba preocupada de que haya pasado más de una hora y media ahí y pensó que podía ser un problema estomacal, pero cuando abrió la puerta vió la sangre en el lavabo y mi antebrazo lleno de cortes goteando, unos pocos más profundos que los otros, y la navaja llena de sangre. - Draco hizo memoria y ahí fue cuando se rompió otra vez internamente, jamás había contado eso, y nadie lo sabía más que su familia y ahora Harry, que por alguna extraña razón le parecía alguien de fiar. - Me enviaron al psicólogo y escondieron todo lo filoso. Pasé todo tercer año sin autolesionarme, con ataques de pánico por supuesto, pero estaba más tranquilo. Hasta hace dos semanas que bueno... ya sabes lo que pasó. - Terminó de quebrarse y rompió en llanto, arrepintiendose de ser tan mala persona consigo mismo. - Perdón, en serio perdón. No era mi intención - Dijo entre lágrimas.
- Oh, Draco... no es tu culpa, ni de nadie, estabas mal y una experiencia arruinó todo, no estás mal ni mucho menos. - Harry lo abrazó, siendo correspondido casi de inmediato por Draco.

(...)

Nota:
HOLAAAAAAAA
no se crean k estos dos se perdonan al instante, van a ver muchas más cosas luegooo, por mi parte, les agradezco el apoyo que están dando aunque sea poco, lo agradezco demasiado 💗