21. liberación

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"¿Te estaba molestando?"

Los tacones de Marie repiquetearon contra la madera mientras ella se acercaba a la mesa de café para quitarse los aretes.

"No"

"Marie..."

"Solo estoy cansada, ¿vale?" le dijo soltando su cabello del moño en el que lo traía. "Estoy tensa, eso es todo"

"¿Por Luca?"

Marie resopló mientras se quitaba las horquillas del cabello.

"Sí"

"¿Pasó algo entre ustedes?"

Resopló de nuevo.

"¿Algo?" repitió. "Abrió el hocico. Eso es algo"

"¿Hay algo entre ustedes dos....? ¿Algo que... Debería saber?"

"No" respondió tajante. "Absolutamente nada"

Fred suspiró y se acercó a ella.

"Marie..." le dijo arriesgándose y poniendo las manos en sus hombros. "Si necesitas algo..."

"¿Sabes qué necesito, Fred?" le preguntó, harta de que se entrometiera en su vida y en su agotadora relación con Luca Basilio. Harta de tener que fingir y de tener que soportar a imbéciles como ese cada vez que salía de su casa. Le dio la espalda y se acercó a la encimera para sacar una copa de un cabinete. "Un buen polvo. No he tenido uno en un buen tiempo"

Se lo dijo pensando que Fred se iba a echar para atrás. Se lo dijo para avergonzarlo, para sorprenderlo tanto que se vería forzado a alejarse.

"Puedo hacer eso"

Se le escapó una risa cuando lo escuchó. Era lo más ridículo que había escuchado en toda la noche.

"¿Cómo dices?"

Sintió los pasos detrás de ella. Las manos de Fred tocaron tímidamente sus caderas. El peso de ellas reconfortante sobre su piel, que se erizó por completo al darse cuenta de lo cerca que estaban, de lo peligroso que era ese camino.

"¿Fred?" preguntó con la garganta apretada.

"Puedo dártelo si quieres, Marie" dijo él tranquilamente. Su voz era todo control y contención. "Puedo hacerte sentir bien. Si quieres olvidarte de todo, durante un rato..."

A ella no se le ocurrió qué decir. Los pulgares de Fred estaban trazando suaves círculos sobre ella por encima de la tela.

"Todavía recuerdo cómo" le confesó, y la piel de Marie se encendió de calor. "Puedo ayudarte, si quieres"

Ayudarla. Marie estaba rebuscando en su mente las palabras para decirle que se fuera a la mierda, que no necesitaba favores sexuales ni lástima de ningún tipo, pero la presencia de Fred detrás de ella era demasiado abrumadora, demasiado intoxicante. La calidez de su cuerpo hizo que ella se recargara contra él.

Un pequeño contacto, suave. Y fue suficiente para sentir la erección de Fred detrás de ella.

"Oh"

Fred no hizo nada por explicarse. Las manos de Marie seguían aferradas a la encimera, que de repente se le clavaba en las caderas, justo por delante de donde el cuerpo de Fred se pegaba a ella.

"¿Fred...?"

"No tiene que significar nada" le ofreció. "Es sólo..."

Una de sus manos dejó sus caderas, y hubiese sido un alivio si no la hubiese utilizado para apartarle el cabello de un hombro, exponiendo su cuello a él. El aire frío le provocó escalofríos y sus pechos respondieron ante el estímulo, tensándose. Marie se alegró de tener a Fred detrás y no delante de ella.

recién casados • fred weasley fanfictionWhere stories live. Discover now