ECLIPSE. AU/ Julián x Enzo. PAUSADA

15

☾

Hola!!^☆*:.｡.

Estar en aquella casa otra vez era sin dudas lo último que podía haber imaginado.

Todo seguía exactamente igual a la última vez que había estado ahí, el aroma a hogar lo recibió dándole una oleada de sentimientos acompañados con uno que otro deja vu, aquella casa que sintió suya un tiempo atrás le generaba de todo.

En especial las personas que vivían ahí quienes lo habían recibido siempre con tanto amor, brindándole aquel cariño y apoyo tan familiero. Sin dudas una de las mejores cosas que Enzo le brindó fue su familia.

Siempre iba a estar agradecido con los Fernández.

Tal vez por eso fue inevitable decirle que no a Marta cuando se la cruzó en unos de los pasillos del supermercado, la omega mayor que lo trataba tan lindo, dándole aquel amor de madre que le hacía tanta falta.

Y ahora estaba ahí en la pequeña isla que tenía aquella cocina gigante, los dos omegas estaban terminando de cenar. Julián terminó aceptando la invitación cuando Marta le dijo que estaría sola en la casa hasta tarde, sin dudas no lo haría si sabía que el alfa andaba por ahí.

No se dio cuenta en qué momento se relajó tanto, era la confianza que le brindaba su ex suegra que lo hizo olvidarse de los nervios que habían inundado haciéndole doler el estómago.

—...Entonces le dije a mi hermana que lo mandara para acá que nosotros le íbamos a dar trabajo, es un buen chico él.—Parpadeo al oírla, asintiendo en respuesta.

—¿Cómo se llama?...—

—Agustín, tiene diesiocho.—Julián volvió a asentir, Marta le estaba contando que habían traído a su sobrino a quedarse una temporada en buenos aires, ya que tenía unos problemas personales en su provincia natal.—Entonces ¿Va a trabajar acá?.—

—Sí, va a ocupar el lugar de Enzo ya que pidió que lo pasaran a la otra sucursal.— No pudo evitar sorprenderse ante lo dicho, le parecía extraño que el alfa quisiera irse para allá, las veces que su padre lo mandaba siempre se quejaba ya que le quedaba bastante lejos.

—A bien entonces.— No sabía qué más responder y para su suerte Marta lo leyó al instante ya cambió de tema. — Riquísima la torta de hoy, Ju. Me sobró ¿Queres una porción?—

Iba a responder pero se tragó sus palabras al ver como Enzo cruzaba por el umbral, su corazón se aceleró y la sensación parecida al vértigo lo abrumó haciéndolo marear. Solo bastaron segundos para que sus ojos se encontraran y todo se detenga para ellos, su omega lloriqueo con felicidad y el impulso de levantarse y refugiarse en aquellos brazos era demasiado fuerte para alguien tan pequeño como él.

—¿Qué haces vos acá?.—

Aquel tono lleno de desdén fue una sorpresa Enzo jamás lo había usado con él, era el mismo con el que le habló días atrás en la casa de sus amigos. Había mucho dolor detrás y Julián no estaría soportándolo.

Con sus mejillas rojas por la vergüenza al sentirse tan expuesto quiso responder pero su ex suegra le ganó de mano.—Yo lo invité ¿Te molesta? te podes retirar.— Enzo miró a su mamá con el ceño completamente fruncido. No contestó, simplemente asintió.—¿Qué te pasó en la cara?.—

Julián levantó la vista al oírla. Sus ojos viajaron por el rostro de quien fue su novio un tiempo atrás, Enzo tenía un pequeño golpe en el pómulo apenas se notaba algo morado. Fue inevitable aquel sentimiento de preocupación que se apoderó de su cuerpo, mucho más su omega quien moría por saber qué había pasado, por sanar a su alfa.