FAMOUS | MATIAS RECALT ! [Hiatus :(]

CAPÍTULO 6. !

Al día siguiente, el sol me despertó con su resplandor habitual, pero en mi interior persistía la inquietud de lo ocurrido la noche anterior. Decidí enfrentar la situación con valentía. Mientras preparaba mi café matutino, el sonido de mi teléfono anunció la llegada de un mensaje de Instagram y grande fue mi sorpresa al leer el nombre de Matias iluminado en la pantalla.

Matiasrecalt.

Hey Soph, hola.
Quiero disculparme por el comportamiento de Delfina anoche.
Sé que estuvo un poco distante y eso afectó la atmósfera. No es excusa, pero tuvo un día complicado, espero lo sepas entender.

Hola, Matias. No te preocupes por eso, no pasa nada tranqui.

Qué te parece sí, como disculpa, te invitó a merendar mañana en la tarde?
Ya hablé con Delfi y no tiene drama, además de que ella también te manda sus disculpas.

Ay, de verdad no es necesario... Tampoco quiero molestar, con las disculpas es suficiente.

Nada de molestias, en serio. Será una forma de compensar y pasar un buen rato.
Además, creo que necesitamos relajarnos todos un poco. Acepta la invitación, dale.

Lo medité por un instante, y pensé que no sería una mala idea aceptar la invitación de Matias para merendar; mostraba ser una persona afable y parecía que podríamos forjar una conexión agradable. Finalmente, acepté y quedamos en encontrarnos mañana por la tarde en una cafetería en el centro.

Durante el día recibí una llamada para una sesión de fotos espontánea en un estudio cercano que estaba relacionado a la empresa. Aproveché la oportunidad para sumergirme en el mundo de las luces y las cámaras. La sesión fue animada y creativa, explorando diferentes poses y expresiones. La energía del equipo y la pasión por la fotografía hicieron que el tiempo volara. Al finalizar, recibí algunas muestras de las fotos, lo cual añadió un toque extra de emoción a mi día.

⋆𐙚₊˚⊹♡

Al salir de la sesión me dirigí a casa y al no tener nada más que hacer salí a caminar un momento por las calles de la ciudad disfrutando del aire fresco. Mientras caminaba, mi teléfono vibró con un mensaje de Pipe.

Pipegonzalezotano.

Hola Soph, ¿cómo estás?
Quería saber si te gustaría salir un rato. Si no estás ocupada, conozco un lindo parque cerquita de acá, podríamos vernos ahí...

La propuesta de Pipe añadió un toque adicional de espontaneidad a mi día, así que acepté con gusto. Concertamos el encuentro para dentro de unos 10 minutos en un hermoso parque cercano. Mientras me dirigía hacia allí, aproveché el tiempo para disfrutar del camino, observando la gente que paseaba y la vida que bullía a mi alrededor. El sol descendía lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonalidades cálidas y doradas.

Al llegar al parque, noté a Pipe en un rincón, cómodamente ubicado en uno de los bancos que se distribuían estratégicamente cerca de una fuente serena. Su figura se recortaba contra la suave luz del atardecer, creando un escenario encantador. La brisa suave acariciaba el lugar, llevando consigo fragancias frescas y relajantes.

Nos saludamos con una sonrisa, y mientras nos acomodábamos en el banco, el murmullo del agua de la fuente proporcionaba un fondo melodioso para nuestra conversación. El parque se sumía en la tranquilidad del atardecer, y la conexión entre Pipe y yo florecía en este entorno apacible y acogedor.

En un instante de risas compartidas, nuestras manos se rozaron sutilmente, generando una conexión fugaz pero significativa. Aunque era un gesto inadvertido, la sensación de ese roce añadió una capa de complicidad a la tarde. Nuestras miradas se cruzaron, reminiscentes de la noche anterior, creando un instante mágico que parecía detener el tiempo por un breve momento. Ambos compartimos una sonrisa tímida, como si reconocieran la conexión en la mirada de ambos, y luego estallamos en risas espontáneas por la espontaneidad del momento.

Entre risas y charlas en el parque, decidí contarle a Pipe sobre la invitación de Matias a merendar que había aceptado para el día siguiente, noté que Pipe se puso un poco extraño, pero rápidamente se mostró animado por la idea de que yo formara una amistad con Matias.

– Hoy en la tarde Matias me tiró la invitación para merendar. Pensé, '¿por qué no?'. Parece ser un pibe divertido, así que acepté para ver qué onda.

Compartí con una sonrisa, leyendo la expresión de Pipe.

– ¡Bueno, bien ahí! Mati es un buen pibe, seguro hacen una linda amistad.

Aunque Pipe intentaba ocultar cualquier incomodidad, su apoyo y ánimo por mí eran evidentes. La conversación continuó en un tono relajado, dejando atrás la charla sobre la merienda de mañana.

La tarde se desvaneció con risas y charlas en el parque. Cuando decidimos dar por terminada nuestra salida, nos despedimos con una sonrisa cómplice. Mientras me alejaba, sentí una sensación cálida y reconfortante por la bonita tarde que había compartido con Pipe.

No obstante, unos pequeños nervios asomaron al recordar que mañana era la merienda con Matias. La anticipación de lo que podría surgir agregó un toque intrigante a la mezcla de emociones que acompañaban aquel atardecer especial.
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Omg, mañana hay contenido
con Matii, se vienen cositas
fuertes en la merienda tmb.
Acuérdense de votar y prepárese
para mañana, besitoss. 🫶🏻