Chat
Número desconocido:
Hola Clara, ¿como éstas? Soy Shakira.
Clara
Hola, estoy bien y tu?
*Cambiaste este contacto a "Shakira"*
Shakira:
Muy bien, gracias por preguntar.
Te quería hablar sobre el trabajo,
podrias... ¿Comenzar hoy?
Clara
Si si si, claro, me podría decir
a que hora?
Shakira:
Si nos es mucha molestia, lo más
Pronto posible.
Clara
Esta bien, no es
Molestia, ya que es mi trabajo.
Clara suspiro, encontró lindo el gesto de Shakira al preguntarle si estaba bien cuidar a los niños, considerando que era su primer día de trabajo. Le pareció amable y atento, algo poco común en un empleador. Se preguntó si ese trato era habitual con todos sus empleados o si era algo especial que reservaba solo para ella. La idea de ser tratada de manera tan dulce la hizo sentir aún más atraída hacia ella...
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Al llegar a casa de Shakira.
*toc toc*
El resonar de la puerta llamo la atención de Shakira, sin mucha prisa se levantó y dirigió a la puerta, ya sabía quien era, siempre se tiene que dar su autorización cuando una persona ajena a la familia quiere entrar a la casa.
- Hola Clara, me da gusto que vinieras, pasa, los niños están en la Sala.- Dijo mientras le regalaba una linda sonrisa cerrada, se hizo a un lado para que Clara entrara.
- Hola Shakira, por supuesto que llegaría. Dijo mientras entraba y soltaba una pequeña risa nerviosa tratando de estar relajada, lo cual le era muy difícil, es que... Esa sonrisa...Sabia que esa sonrisa solo era por cordialidad, pero... Ella se sentía la persona más afortunada del mundo...
"Tu sonrisa, un sol que ilumina mi existencia." tenía ganas de decirle, pero por razones obvias, no lo haría...
La puerta se abrió con un suave chirrido, revelando a Clara acompañada de la madre de los dos niños. Un destello de complicidad brillaba en los ojos de la niñera mientras observaba la escena ante ella. Los dos pequeños, en medio de un juego animado, levantaron la vista al notar la presencia de las dos mujeres.
-¡Hola, niños!- saludó la colombiana con una sonrisa cálida, acercándose para abrazar a cada uno de sus hijos. -¿Están listos para pasar un buen día con su nueva niñera?-
-¡Sí, mamá!- respondieron los niños al unísono, con entusiasmo en sus voces.
Clara, mientras tanto, luchaba por mantener la compostura mientras observaba a la madre interactuar con los niños. -Sí, estamos listos para divertirnos-, añadió, tratando de disimular la emoción que sentía.
Shakira se volvió hacia Clara con una sonrisa amable. -Gracias por cuidar de ellos, sé que están en buenas manos contigo-expresó con gratitud.
-Por supuesto, es un placer estar aquí-, respondió la española, devolviendo la sonrisa aunque su corazón latía con fuerza.
Mientras la colombiana se dirigía hacia la puerta, el corazón de Clara parecía querer salirse de su pecho. Observaba con anhelo a la mujer que se marchaba, sintiendo una conexión más profunda de la que se atrevía a admitir.
-Nos vemos más tarde, chicos-, dijo la madre con un guiño, antes de salir de la habitación.
En ese momento, en medio de aquel cuarto lleno de risas infantiles, la niñera se encontraba atrapada en un torbellino de emociones, deseando poder confesar lo que verdaderamente sentía.
