𝗬𝗘𝗦, 𝗔𝗡𝗗? || Enzo x Matías

01

─¡Me cago en todo!

Matías comenzó a caminar de un lado a otro en el departamento que compartía con Malena, su novia.

Estaba nervioso, estresado, confuso y, para ser honesto, ni siquiera sabía cómo se sentía.

Tener el papel de Hugo en "Como La Primera Vez" era un sueño que le hacía ver que todo su esfuerzo había valido completamente la pena, e interpretar un papel homosexual ya no era nigún jodido problema porque lo podía hacer con la mayor naturalidad posible si así se lo pedían. Estaba feliz de tener esa oportunidad en sus manos, pero joder, que su compañero de escenas fuertes fuera Enzo le llegaba a descolocar la mente.

Y lo que realmente le irritaba era no saber por qué.

─Mati, tranquilizáte ─habló Male mientras lo observaba desde el sofá de la sala─. ¿Qué pasó? ¿No te dieron el papel?

Matías se detuvo para mirar a su novia con expresión cansada por un momento.

─No, es todo lo contrario.

Y continuó con su caminata de acá para allá mientras pensaba en Enzo y en su lindo rostro.

Se detuvo.

«Pará. ¿Yo dije eso?»

Malena lo observó confundida sin saber qué hacer o decir, pero cuando vió que Matías se acercó rápidamente a ella para robarle un corto beso en los labios, toda su confusión se esfumó.

«Dale, Matías, pensá con claridad. ¡Pensá!»

─Perdoná, no es nada. Estoy feliz por haber obtenido el papel, eso es todo ─dijo, con una sonrisa totalmente forzada.

Malena le devolvió la sonrisa sin notar la mueca en sus labios y le dio un nuevo beso que Matías le devolvió apenas.

─¿Así que ahora sos gay? ─bromeó.

─Un gay bastante sexy.

Male rió juguetona.

─¿Y quién es el afortunado que te va a partir la boca en el rodaje?

La pequeña sonrisa de Matías se esfumó en un instante al recordar a Enzo.

Era imposible tener cierta curiosidad por saber cómo besaba, ¿no?

Sacudió su cabeza rápidamente.

─¿Por qué no mejor te parto yo la boca en este mismo momento y nos vamos al cuarto?

Malena se sorprendió del repentino atrevimiento y cambio de Matías, pero no dudó ni un segundo en seguirle la onda.

─¿Y qué esperás para hacerlo?

Ambos se besaron sin una pizca de delicadeza mientras se dirigían con torpeza al cuarto, pero en la mente de Matías no estaba presente ni su novia ni el momento que estaba viviendo, sólo pensaba en Enzo y en todos los besos que se tendrían que dar cuando comenzaran las grabaciones.

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Matías llegó a eso de las nueve de la mañana a la oficina del director para hacer la entrega del guión y recibir ciertas indicaciones para él y Enzo con la finalidad de que ambos tuvieran un mejor desenvolvimiento en la película.

Pero al parecer había llegado muy temprano porque Héctor ni siquiera estaba ahí.

Chasqueó la lengua.

─De haber sabido habría dormido un poco más, che.

Se sentó en una silla y apoyó sus pies sobre el escritorio con aburrimiento.