CAPÍTULO 8(PARTE II)

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—Diria que es un placer volver a verlo, pero sería una mentira—siguió Eric, con mueca sardonica.

—Qué está haciendo aquí. Por si no se ha dado cuenta está interviniendo en una operación oficial de hacienda. Márchese.

Eric se posicionó junto a Weiss, y ambos observaron al caballero con diversión.

—¿Qué creé que estoy haciendo aquí? No pasaba precisamente cerca. El capitán y yo somos viejos amigos, y también socios. Me está robando, Miles, y eso no me agrada.

Al oirlo, el asombro de Miles fue evidente, a pesar de que intentó disimularlo.
Una capa de sudor comenzó a cubrir su frente, y éste se apresuró guardar el arma, para sacar un pañuelo de seda de su bolsillo y secarlo.

—El único que está cometiendo un delito, es usted Rochester. Está mercancía fue extraída del barco antes de anclar en el puerto. Mis infórmantes, me avisaron de movimientos sospechosos provenientes del barco del hombre aquí presente, y no es la primera vez. Es evidente que están contrabandeando con la mitad de la carga, y solo presentan ante hacienda la mitad restante. Es usted un delincuente, al igual que su secuaces.

Eric se cruzó de brazos y sacudió la cabeza riendo incrédulo.

—Es irónico que me acuse de delinquir, cuando todos los comerciantes, los puesteros del mercado, los trabajadores del puerto y los capitanes y marineros que llegan al puerto de Bristol, saben de la red que ha montado para enriquecerse.

—No sé de qué está hablando—adujo el hombre arrugando el pañuelo con nerviosismo mal disimulado.

—Hablo de que usted se aprovecha de sus conexiones con hacienda, para cobrar a los comerciantes que llegan a vender sus mercancías al puerto. Los cuales no solo deben pagar los altos valores de los impuestos establecidos por la corona, sino que deben pagarle a usted para poder entrar la mercancía a los almacenes. Aquellos que se niegan a pagar, pierden la mercancía, y después es su propio banco al que deben recurrir para cubrir sus deudas teniendo que pagar intereses exorbitantes.

—Esta es mi ciudad. Todo el mundo me respeta aquí, y no hay familia que no haya recurrido por un préstamo a mi banco. Nadie se pondrá en mi contra ni dudará de mi palabra. Mi reputación es intachable, al igual que la de los Miles. No sé puede decir lo mismo de la suya. Mucho menos de la reputación de su querido hermano y su reciente esposa—se jactó sir Miles, con mueca malévola.

Eric apretó los dientes.

—Cállese. Ni siquiera nombre a algún miembro de mi familia, o no respondo—le advirtió en un gruñido.

—Oh...sabe que no estoy mintiendo. Tengo pruebas de que ese matrimonio no es lo que parece, y pronto pienso hacerlas públicas. Cuando eso suceda su hermano no tendrá más remedio que venderme Kings Harrow House, porque nadie más le prestará dinero y ambos sabemos lo caro que cuesta mantener esa propiedad. Las arcas de los Rochester no podrían con ello.

—Eso no sucederá. La propiedad nunca será suya. Mi hermano ya está al tanto de todo lo que hizo para perjudicarlo. Si intenta desatar rumores sobre su matrimonio, lo denunciaremos con las autoridades y con la corona. Está robando de las arcas reales al quedarse con dinero de los impuestos. Pueden ahorcarlo por ello.

—No puede probar nada. Yo solo vine a impedir un delito. Los oficiales de hacienda, aquí presentes así lo testificaran.

—Acaba de sobornar al capitán para dejarlo ir. Eso prueba que no es usted inocente, sino un corrupto. Tiene el dinero en su poder, y todos saben lo que hace a los comerciantes. Los ha empobrecido abusando de su poder por años.

Miles sonrió de manera perfida, y rápidamente sacó la bolsa de monedas de su bolsillo, y la arrojó a los pies de ellos.

—Es su palabra contra la mía, Rochester. A quién piensa que le van a creer. A mí, un honorable miembro de esta comunidad que tanto apoyo le ha dado a la ciudad. O a usted. Un renegado de la nobleza, despreciado por su padre, mal visto por sus pares aristócratas, y por la sociedad de bien. Un juerguista y apostador devenido en contrabandista. Se atreve a juzgarme, cuando resulta que es usted el hombre que las autoridades están buscando hace meses. Se dedica a proveer de mercancia de sus barcos, a los comerciantes evasores. Cómo creé que verá eso hacienda.

Conquistar a un lord*PRÓXIMAMENTE RETIRADO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora