CAPÍTULO 14(PARTE II)

1.7K 355 54
                                    


Eric atacó el cordero asado en cuanto se lo pusieron delante, agradecido de que su buena cuñada no les obligara a prescindir de aquella delicia.

—Mañana por la noche, tendremos una velada musical—anunció Harrow.

—¿Quién tocará? ¿Tú?—se burló él.

Harrow lo miró mal.

—No. Ya sabes que carezco de talento instrumental. Hemos contratado a un pianista que es bastante conocido en Londres.

—¿Henry Wallace*?—inquirió más animado.

Wallace era un buen amigo, se dedicaba al estudio de los manuscritos antiguos junto a otros nobles y en ocasiones habían colaborado juntos. Además habían compartido tiempo durante su estancia en Eton.

—Así es, el heredero del marqués de Garden ha aceptado venir a darnos un concierto, acompañado de una soprano. Si quieres puedes acompañarlo, me pregunto si todavía tocas.

Eric se crispó. Otra vez lo fastidiaban con ese tema. Él había dejado de ejecutar aquel instrumento hacía mucho tiempo y no había manera de que su familia lo dejara estar.
El ambiente a su alrededor se enrareció, y sintió la mirada de todos encima.

—Ya sabes que no lo hago—contestó haciéndole un gesto al lacayo para que no le sirviera el postre.

—Está bien, no tiene que hacerlo sino quiere ¿No es cierto, cariño?—intervino Felicity con una sonrisa nerviosa.

Su esposo no contestó, se limitó a beber de su copa. Él tampoco añadió nada.

—Ademas, tendremos invitados de la zona. Será una velada magnífica.

—¿Cuántos serán?—preguntó Lilian compadeciendose de su hermana.

A duras penas evitó mirar de mala manera al caballero que tenía en frente. Desde que había aparecido se estaba comportando de manera extraña y grosera. No había casi intervenido en las conversaciones, y cuando lo había hecho, había sido para lanzar algún comentario sarcástico. Su buen humor, galantería y alegre personalidad que siempre presumía, brillaban por su ausencia.

—Yo creo que por lo menos una docena—contestó entusiasmada Felicity.

—Creo que para ser tu debut como anfitriona ese número es perfecto—la animó, y después tragó un pedazo de pastel de crema y frutilla gustosa.

Era su postre favorito.

Felicity asintió y empezó a relatar lo que tenía planeado, y ella la escuchaba dando cuenta del postre. Prefería eso que mirar hacia el lugar en el que aquel indeseable hombre seguía sentado.

Eric se echó hacia atrás en la silla, oyendo la charla de las mujeres, y sonrió con amargura. Era evidente que la joven lo estaba ignorando a posta, ya que solo lo había mirado un par de veces y para dedicarle un ceño mal disimulado. Él prefería eso, porque de tener su atención, no sabía cómo podía reaccionar. Tal vez lanzandola sobre la mesa para saborear de sus propios labios el postre que estaba comiendo con tanto gusto.

Sus pensamientos comenzaron a desviarse por derroteros poco aconsejables, y cuando empezó a sentir un calor subiendo por sus piernas, se dijo que debía salir de ese lugar. Y ya.

—Benjamin, ¿tomamos una copa? —arguyó aclarándose la garganta. Ya no podía pedir que le rellenaran la suya, o avergonzaria a su hermano.

Harrow arqueó una ceja, pero por alguna razón, no lo contradijo ni se negó. Dio por terminada la cena, y se disculpó con su esposa para dirigirse a su estudio después de que ellas se pusieran en pie y se marcharan tras hacerles una reverencia.
Eric solo pudo respirar con tranquilidad una vez perdió de vista a lady Lilian. Solo entonces logró relajarse, y dejó de sentir a Weiss como un molesto americano.

Conquistar a un lord*PRÓXIMAMENTE RETIRADO*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora