capitulo 4

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Sus labios estaban a milímetros, casi rosandose, se miraban alternamente los ojos y los labios, se miraban con ternura, había un brillo especial en esas miradas.

Jorge veía esos ojos color verde, esos ojos tan hermosos como un par de esmeraldas brillantes, esos ojos con un brillo único, un brillo tan especial.

—Mmm, no es por interrumpir su momento especial-escucharon que dijo una voz desconocida y se sobresaltaron muy apenados-pero, ¿saben en donde queda la oficina del gerente de contratación?.

—No se preocupe-dijo Jorge, pero por dentro lo quería golpear por qué él sí quería ese beso con Silvia-la oficina no queda en este piso, queda en el piso seis.

—Muchas gracias, por cierto me presento, soy Esteban-dijo mirando a Jorge, pero cuando volvió a hablar miró de una manera coqueta a Silvia-Esteban Gómez, y nuevamente muchas gracias.

—De nada, yo me presento-dijo Jorge extendiendole la mano para darle un apretón un poco fuerte, obviamente se dió cuenta de la manera en que Estaban miró a Silvia, y no supo porque había sentido celos de esa manera-yo soy Jorge, Jorge Salinas y soy el dueño de esta empresa.

—Vaya qué afortunado es usted, además de ser dueño de una empresa bastante grande, tiene una novia muy guapa, con todo respeto claro.

Los dos se quedaron sorprendidos porque no pensaron que Esteban iba a pensar que eran pareja, Silvia iba a hablar pero Jorge la interrumpió.

—Gracias, pero ya se que MI NOVIA es muy guapa -jorge se acercó a Silvia la tomó por la cintura y le dió un beso en la mejilla- ha por cierto debe de tener en cuenta que la novia de su jefe se respeta.

—Sí claro, pero usted señorita como se llama -dijo mirando a Silvia.

Silvia seguía sorprendida por lo que hizo Jorge, pero no sintió enojó, al contrario le había parecido divertido.

—Yo soy Silvia Navarro -dijo y le dió la mano a Esteban para estrecharla, pero Esteban se la llevó a los labios y la besó.

Jorge ya le quería romper la cara, él sabía que Silvia no era su novia pero Esteban ya se estaba pasando de coqueto y apenas se conocían.Jorge se le ocurrió hacer algo que esperaba que Silvia no se enojara.

—Bueno mi amor -dijo mirando a Silvia-te invito algo del comedor, ¿Si?.

—Esta bien, vamos -dijo mirando a Jorge y tomándolo de la mano al caminar, ella también sabía que todo era un juego y que no eran pareja -adios Esteban, nos vemos después -dijo mirando a Esteban y le guiño un ojo, y el solo sonrió, cosa que Jorge vió y soltó un suspiro.

Jorge había llevado a Silvia al comedor de la empresa, llegaron y se sentaron en una mesa casi al fondo.

—¿Te gusto verdad? -dijo Jorge mirando a Silvia con seriedad.

—¿Qué? Tu ocurrencia de decir que somos novios, o Esteban -ella también puso cara de seriedad pero por dentro quería reírse.

—Esteban, yo digo que sí porque hasta le guiñaste un ojo y le sonreiste.

—Mmm, pues feo no es, es muy atractivo eso sí -ella le sonrió a Jorge -¿pero sabes que?.

—¿Que?, le vas a coquetear como el a tí o que.

—¿Jorge? No puedo creerlo, estás celoso -le dijo mientras soltaba una carcajada y Jorge solo agacho la cabeza -no te pongas celoso Jorge, sabes que tu eres mucho más guapo que él.

Esas palabras de Silvia hicieron que Jorge solo se sonrojara y sonriera nervioso.

—Eso ya lo sé -dijo con una sonrisa presumida- Pero que atrevido ese Esteban, todavía de que le dije que eras mi novia se atrevió a besarte la mano y sonreírte bien coqueto.

una simple coincidencia Où les histoires vivent. Découvrez maintenant