☬El roce de tus labios☬ -Sanzu Haruchiyo

Cap 2

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NARRA SANZU HARUCHIYO

Después de dicha visita aquel lugar lleno de mujeres, siendo morboseadas por hombres a cambio de dinero, decidí irme a mi casa, era algo noche para ser sincero, mientras pasaba por las calles hacia mi casa como de costumbre, a lo lejos en una esquina logre mirar un grupo de mujeres... Pasar la noche con una mujer sería buena idea ¿no?, al momento pensé que si, así que me dispuse a orillarme para llegar a su esquina, con la mirada seleccione a la chica que quería, y me pare frente a ella, baje el vidrio del copiloto, mirando como ella se agachaba hacia dicha ventana

—Buenas noches -hablo ella con un tono bajo y tranquilo

—Hola linda, entra

No pregunte por el precio cosa que ella se sorprendió, sin más hizo lo que le pedí, entró en el auto, cerrando la puerta, subi el vidrio y comencé a manejar directo a mi casa

—¿Cual es tu nombre? -pregunté

—Usted es Sanzu Haruchiyo, el segundo al mando de una organización criminal, me sorprende que un hombre como usted se fije en una prostituta como yo

—Solo me llamaste la atención, es todo.. ¿Cual es tu precio?

—Depende el trabajo que quiera

—Oh.. Entonces debes de ser valiosa

Mi mano deslizaba por su muslo con delicadeza, mientras yo manejaba, al cabo de 30 minutos llegamos a casa, me estacione enfrente como de costumbre, baje del auto y por reflejo fui hacia su puerta para bajar y así ayudarle a bajar, cuando ella bajo la acorrale contra el auto, llevando mis manos a su cintura

—Tienes un cuerpo para presumir

Ella solo se limitó a reír, su sonrisa era tan perfecta que me recordaba a alguien pero sabia perfectamente que ella no era esa persona, sus lunares no coincidían, su tono de voz fue diferente, ella llevo sus manos delicadas a mis hombros donde me dio un ligero masaje, sonreí ante su acción, una sonrisa llena de coqueteo como era de costumbre, sabia que dicha sonrisa enamoraba a cualquier chica, sabia que había mujeres que al verme sonreír se derretían ante mis pies.

—Bueno, entremos -hablo ella con un tono de voz tan coqueto, así que de inmediato me quité y comencé a caminar con ella llevando mi mano izquierda así alrededor de su cintura ambos caminamos sin hacer una palabra hacia la puerta y cuando finalmente la abrí dejé que pasara ella, mi mirada viajó por cuerpo hasta mirar si trasero, me mordi el labio inferior tratando de no darle una nalgada, entre detrás de ella y cerré la puerta, mire como ella miro todo el lugar.

—Ven linda, pasa por aquí, te invitó un trago yo personalmente -hable caminando hacia un pequeño bar que tenía en la Sala, ella camino, conmigo, finalmente fui a la parte detrás de la barra y ella tomó asiento.

—¿Que desea tomar mi bella dama? -pregunte de forma coqueta

—Un vino no estaría mal -hablo ella acomodando su cabello

Y eso hice tomé uno de los vinos que se encontraban en la estantería para mostrárselo una vez que ella me confirmó que era el que quería tomar tomé Dos copas de vidrio y las coloqué en la barra finalmente destape la botella de vino y comencé a vaciar poco de aquel líquido en dichas copas una vez que verti lo correcto volví a tapar la botella y le coloqué a un lado de nosotros, fui a dar la vuelta para dejar de estar atrás de la barra e ir donde ella estaba sentada, me senté en la silla que estaba al frente llevando mi mano izquierda hacia uno de sus muslos donde comencé a acariciar por debajo del vestido, mientras mi mano derecha tomó la Copa del vino y comenzó a dar pequeñas vueltas una sonrisa se encontraba formada en mis labios, realmente aquella chica enfrente mío se parecía tanto a alguien que no sabía si en verdad era esa persona

—No has parado de mirarme desde el auto ¿pasa algo? -pregunto ella

—No, no pasa nada, simplemente que me haces recordar a alguien, es todo, tu tranquila -conteste de forma tranquila, logre notar como ella se sentía un poco en calma, levante un poco la Copa y hable  —Brindó porque esta será la mejor noche de todas nuestras vidas, salud -acerque la Copa havia mis labios para dar un sorbo y ella hizo lo mismo, estuvimos platicando un rato más, hasta que finalmente comencé con la verdadera acción, caminamos hacia el sofá una vez que tomamos la Copa de vino, al llegar al sofa quite mi saco y corbata, ella dejó su bolso en la mesa de vidrio que había en la Sala, tome asiento y ella se sentó sobre mi, mis manos viajaban por sus caderas de forma tranquila.

— Espero que no tengamos sexo Solamente porque te hago recordar a alguien -habló ella mientras llevaba su rostro hacia mi cuello yo solté una pequeña risa y contesté

—No será así nena, al contrario lo haremos porque realmente te quiero y se ve que tú eres una de las mujeres que sabe hacerlo -conteste mientras hacía un lado mi cabeza, ella comenzó con los besos en mi cuello, sus manos estaban desabrochando los botones de mi camisa para dejar mi pecho y abdomen al descubierto, cuando comenzó a bajar por mi clavícula, yo me encargue de subir una de mis manos al cierre del vestido y bajarlo, una vez que lo hice, baje su vestido mirando la parte superior de su cuerpo cubierto por una tela más, su sostén ahora era el problema

—Espera.. -hablo ella —dejame hacer esto..

Se quitó encima mio, para quitarse los tacones y bajar su vestido por completo mirando finalmente su cuerpo por unas simples telas que aún lo cubrían, una lencería de color negro, le quedaba perfectamente en su piel, hizo que me prefiera más, me quite la camisa por completo y mientras me quitaba el cinturón ordené.

—En cuatro, contra la mesa, ahora. -hable mientras me levantaba y ella me miro, la diferencia de altura se hizo presente, finalmente ella obedeció mi orden.