7 | La unica

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| 𝑁𝑎𝑟𝑟𝑎 𝐴𝑏𝑖𝑔𝑎𝑦𝑙 |
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Las semanas habían pasado y simplemente no pude salir de mí casa, cochi, Danilo y Carlitos veían a tocar la puerta para ver cómo estaba pero no les abría, lo único que quería hacer era morir, acababa de perder la última familia que me quedaba.

-Aby...- escuché a Danilo hablar del otro lado de la puerta después de tocar y que no le abra. -Decime que estás bien, al menos eso...

Sentía un nudo en mí garganta escucharlo tan triste, pero no podía abrir, me negaba a que lo primero que vea al salir sea el lugar donde asesinaron a mis hermanos.

El silencio volvió cuando escuché a Danilo suspirar y empezar a irse, un mar de lágrimas empezó a salir por mis ojos, me sentía mal, y me hacía sentir peor hacer sentir a otros mal, no era culpa de nadie más que de Hernán lo que había pasado, nadie tenía la obligación de ver cómo estaba pero ellos lo hacían igualmente.

Como pude pase hasta la puerta, mí casa estaba echa un asco, habían cosas rotas o tiradas en el piso, basura y colillas d pucho por todos lados.

Cuando llegué a la puerta empecé a sacar cada una de las trabas que había puesto, salí a la calle y no lograba ver nada, la oscuridad constante que había visto todas esas semanas contrastaba mucho con el sol que, a duras penas podía ver, con una mano en mí cabeza tratando de tapar el sol empecé a llamar a Danilo.

-Dan... Danilo...- pude murmurar, mí garganta ardía por todos los puchos que había estado fumando y a duras penas podía hablar.

Lo último que recuerdo fue ver a una sombra acercarse a mí.












-Aby?- escuché decir apenas me desperté, abrí los ojos levemente ya que todavía me costaba acostumbrarme a tanta luz y ahí estaba, Danilo al frente mío.

-Dan...- quise decir pero el ardor y la picazón que tenía en la garganta me hizo empezar a toser. -Danilo...- pude decir cuando ya no tosía, hice el mayor esfuerzo que pude para que las comisuras de mí labio se levanten y le den una sonrisa, aunque no pude ocultar mucho tiempo mí tristeza y comencé a llorar desenfrenadamente.

-Aby...- dijo Danilo cuando vio que empecé a llorar, se acercó a mí y me abrazo, era algo que venía necesitando hace tiempo, en realidad creo que los dos lo necesitábamos hacía un tiempo, un abrazo.

Estuvimos un rato abrazados hasta que ya no pude llorar más, nos separamos y me miró con una cara de preocupación mezclada con pena. -Aby... Decime que estuviste comiendo

No respondí a la pregunta, comía lo mínimo, aveces nada, comía lo que encontraba en la heladera o en la alacena. -No me gusta abrazarte y sentir tus huesos...

-Perdon... Perdón por todo...- dije antes de comenzar a soltar algunas lágrimas por mis ojos, se había echo costumbre el estar llorando para mí, aveces hasta lo hacía sin querer, no tendría el porque llorar pero igualmente lo hacía.

-Veni, vamos- dijo Danilo mientras  extendía su mano, yo la tomé, me llevó caminando hasta la puerta para salir de la habitación. -Estas en mí casa- dijo el mientras buscaba algo en la mesa. -Era imposible entrar a la tuya...

Me quedé en silencio mientras miraba todo el lugar, ya había entrado alguna que otra vez a la casa de Danilo, volví a dar una mirada por encima, habían botellas de alcohol, bolsitas tiradas y un plato con merca, era algo normal por sebas, aunque está vez no lo estaba viendo a el.

-Toma, come- dijo Danilo mientras se sentaba al lado mío, me había dado un sanguche de fiambre, lo agarre y empecé a comer.

-Y el... sebas?- pregunté haciendo un esfuerzo para que me salga la voz, mientras mordía de vuelta el sanguche.

-Se fue hace un rato

Los dos nos quedamos en silencio, el sanguche ya no existia, lo comí demasiado rápido, realmente tenía hambre.

Simplemente nos quedamos en silencio mientras nos mirábamos, ninguno sabía que decir, no era incómodo, era bastante cómodo el silencio.

-Dani...- escuché decir mientras la puerta se abría la puerta. -A... Aby?

-Cochi...- Dije como pude cuando lo ví, me levanté y con lágrimas en los ojos fui a abrazarlo, era más alto que yo asi que lo abracé por el torso, mis lágrimas empezaron a salir de vuelta, sentí como el me abrazo de vuelta.

-Perdon aby... Tendria que haber matado a ese pendejo del orto- dijo cochi. -Lo voy a matar, por vo' aby- dijo cuando nos separamos del abrazo.

Estuvimos los 3 hablando un rato hasta que con Danilo quisimos ir a dar una vuelta, me prestó su campera ya que era de noche, aunque era una noche tranquila.

-Car... Carlitos me contó... Que lo llamaron para bo...boca- dije con dificultad mientras veía la luna que hoy era más grande que de costumbre.

-Si, esta en las inferiores- respondió Danilo mientras igualmente veía la luna pero el sentado en la escalera.

-Te escuché... Siempre que me... Fuiste a hablar- le dije mientras me daba la vuelta y me apoyaba en la barandilla de la escalera, quedando frente a frente. -Vas... Vas a debutar en primera- dije con un tono melancólico, siempre que iban a hablar cualquiera de los 3, yo los escuchaba atenta, eran mí única comunicación con el exterior, una vez Danilo fue y estaba más contento de lo normal, me contó que capaz debutaba en primera, que tenía que llenar unos papeles pero nada más.

Danilo chasqueo la lengua cuando escucho lo que le dije. -Se hacen los complicados, no me quisieron ni agarrar los papeles que les lleve...

Yo me frustre un poco cuando dijo eso, aunque rápidamente pensé en algo. -Le voy a pe... Pedir a los Tévez que te ayuden... Con los papeles- dije mientras le sonreía como pude, era algo que ya lo hacía en automático, verlo a el me hacía sonreír.

El se levantó de la escalera y se acercó hasta donde estaba, la diferencia de altura no era mucha pero se notaba, gire mí cabeza hacia arriba para poder verlo, una mirada brillante se podía ver en su cara, tenerlo tan cerca me dejaba ver cada rasgo de su cara, tenía más ojeras y sus ojos mucho más rojos.

Sentí unas manos frías pasar por mí cintura y quedarse ahí, haciendo una leve fuerza como si fuera para que no me vaya, lo miré y tenía un brillo tan particular en sus ojos, me ponía feliz saber que el tenía ese brillo guardado para mí, para que solo yo pueda verlo, sentí como sus labios se estampaban con los míos, puse mis manos en sus mejillas, siguiéndole el beso.

Era un beso tierno, lleno de amor y con muchos sentimientos, cuando nos separamos por la falta de aire, el puso su frente contra la mía, mientras mantenía los ojo cerrados.

-Te esperé... Todo este tiempo te esperé, quise que seas vos la única, quiero que seas vos la única en mí vida- dijo mientras hacia una pausa. -Te amó aby, te amo demasiado, parezco un pelotudo sonriendo cada ve' que te veo o me acuerdo de vo'- dijo para dar un suspiro. -Te quiero cuidar...

-Yo te... amo más, Danilo...

𝐌𝐢 𝐂𝐡𝐢𝐜𝐚 - Danilo sanchezWhere stories live. Discover now