I | Arma culinaria.

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HABÍA ENTRADO con una sonrisa y una bolsa de tamaño mediano repleta de ropa para lavar, cerro la puerta gritando sobre su llegada, esperando que hubiera alguien en esa casa para recibirla

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HABÍA ENTRADO con una sonrisa y una bolsa de tamaño mediano repleta de ropa para lavar, cerro la puerta gritando sobre su llegada, esperando que hubiera alguien en esa casa para recibirla. Frunce su ceño al no escuchar respuesta e ir directo hacia la lavadora, llamando por su hermano menor. Era de noche y debería empezar las clases mañana.

—¡Mieczyslaw!—lo llamó subiendo por las escaleras, —¿Hermanito? —La casa estaba vacía, lo cual la desconcertó. Al terminar de poner la ropa en el canasto de la ropa sucia,
inspeccionó el cuarto de su menor, esperando encontrar una señal de aviso.  Se suponía que esa noche ella vendría a hacerle la cena (y futuro almuerzo de su padre) debido al turno nocturno del sheriff. Ante la duda, llamó a su hermano y este al no responder, llamó al hermano de su hermano.

—¿Scott?—este al contestar con duda, hizo que Sid ya supiera com quién estaba su hermano.—¿Qué están haciendo?

—¿Haciendo? Yo no estoy haciendo nada, preparándome para ir a la cama, ya sabes ¡Gran día mañana!—se condenó a si mismo Scott McCall.

—Pasame a Stiles.

—Él no quiere...

—¿Qué?

—¡Digo! Me refiero a que él no está aquí, no sé dónde está yo estoy en mi casa y debo irme, ¡Adiós!

Cortó la llamada de manera abrupta y Sid suspiró mientras bajaba hacia la cocina, viendo que podría cocinarle a su padre, llamando al mismo.

—Hija,—respondió alegre el sheriff, lo que hizo sonreír a su hija.—¿Qué tal todo?

—Decidirás hoy tu almuerzo querido progenitor, tu hijo no está en casa.—avisó.—está con Scott, no sé qué hacen o donde lo están haciendo...¿Qué tal algo de pasta? Podrías acompañarlo con ensalada, te haría bien.

El suspiró que se escuchó del otro lado de la línea le dejó saber dos cosas, que no le sorprendía la actitud de su hijo y que estaba cansado de que sus hijos cuidarán su alimentación.

—Vamos, en el fondo sabes que amas mis ensaladas.—comentó risueña, entendía la preocupación de su padre, pero también entendía que Stiles no era nada más que una copia de ella en su adolescencia, por ende su padre ya tenía medio camino recorrido. — Tu hijo es inteligente, Noah, déjalo ser.

—No me digas Noah.

—Bueno papi, ¡adiós!—cuando estaba apunto de cortar la llamada la voz de su padre la interrumpió.

—Hazme un favor y quédate en casa esta noche, no quiero que conduzcas sola hoy.—Sid frunció el ceño con duda.—No digas nada a nadie, no quiero alterar a las masas.

—Papá, hay treinta mil habitantes en Beacon Hills y creo que solamente he hablado con siete de ellos, las masas terminan en mi gato.

—No hay tiempo para chistes, Sid.—el tono del sheriff cambió de manera abrupta.—Encontraron la mitad de una mujer en el bosque, debo ir a buscar la otra mitad ahora.

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⏰ Last updated: Feb 20 ⏰

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MATE - teen wolfWhere stories live. Discover now