¿Me vas a venir a Buscar?

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Tengo en mi poder el Reloj de Arena de los buenos momentos, y estoy a punto de volcarlo sin saber cuál es su equivalencia en horas o minutos...

¡¿...?!

Dos y Dos son Cuatro; Cuatro y Dos
son Seis... ¡Que caprichosa son las matemáticas! Saliendo de un malestar de gripe y de una irremediable tos ferina; me dispongo a continuar con mi rutina diaria: leer, estudiar y
escribir que es lo que estoy haciendo en este momento.

Sí, creo que necesito usar ese reloj ahora, tengo que reír un momento,
si, ¡No lo pienses más y úsalo de una buena vez Robinson Karras!

Está bien, lo haré...

Espirales, cortinas con muchos ojos pintados, azoteas de donde siluetas se lanzan al vacío ¡Es tan horrible pasar primero por los pasillos de las pesadillas para llegar al ensueño! Y cada paso que doy se siente más corto que los primeros, en realidad
siento que este cansancio me está robando el preciado tiempo
del reloj que se puede acabar en cualquier instante.

¡Chirridos!

¡Gritos! ¡Lamentos!

Oh Dios... Sé que me encantan las
películas de terror pero, ¡Todo es ficción y se ve tan falso! Pero esto está frente a mis ojos y es horroroso, quiero regresar.

¡Quiero regresar...!

...

Silencio, Hush, hush...

¡Silencio!

¡¿...?!

Hubo un gran estruendo de no sé qué y... ¡Oh!

La estancia está más alumbrada, todo está en su lugar, todo está ordenado, Los pájaros cantan afuera, el retrato oscuro y lúgubre de una familia de luto ahora es un paisaje campestre
con mucha vida...

¡Esta no es mi casa! ¡Pero siento como si la fuera!

Sé que es una invención de mi imaginación, que se nada de esto es real, que solo está en mi cabeza, sin embargo, quiero ver con qué locura me sale mi mente en este rato de
desvanecimiento.

Suena mi teléfono otra vez. Ya lo veo como una vulgar costumbre el contestar mensajes a las 3 horas, y si es que me acuerdo, pero en esta ocasión algo me impulsa, quizá sea el
instinto de un suceso importante; de ir directamente a ver la pantalla de ese aparato ya decaído en desuso para mí, pero que mi hermano usaba todo el santo día jugando videojuegos
en línea:

¿Me vas a venir a buscar?

Y muchas caritas de corazones.

¡¿...?!

Ahora sí que estoy más que confundido. ¡No puedo verte más
mi amor! Si lo hago, si estoy cerca de ti, si te llego a ver a esos ojitos ciegos tuyos resguardados por esos extravagantes lentes; ¡Me enamoro más y eso no lo quiero! Solo necesito tener una barrera de dos metros de distancia, así podré contenerme de
cometer cualquier locura insana; bueno, si es considerado una acción insana llenar de besos esa carita tan bonita que tienes.

¡Pero no!

¿Perdonar y olvidar?

Primero, no soy Dios; y segundo
no tengo alzhéimer; ¿Se entendió?

Pero aun siento algo por tí, es como si todos esos sentimientos que creían muertos desde hace mucho estuvieran floreciendo poco a poco.

¿Me vas a venir a buscar?

¡Ay no lo sé! Gracias a Dios tus padres te hicieron con amor y no naciste ni ciega, ni sorda, ni mocha, ni manca, ni muda. ¡Naciste completica! Y de paso naciste sola, no naciste acompañada. ¿Para qué te voy a buscar? Tú fuiste solita, tu solita te puedes regresar para tu casa.

...

Pero pensándolo bien hace mucho sol, tal vez ni una gorra te llevaste, seguramente se te quedó la botella de agua en el mesón de la cocina, y hasta ni siquiera te ha pasado por la
cabeza ir a retirar los libros que tus padres dejaron pagos en la librería de la calle Bolívar. Ahora pareciera que la que sufre de
alzhéimer eres tú, como siempre me lo has dicho entre risas e
ironías...

¿Me vas a venir a buscar?

Si mi amor espérame ya voy.

...

Bueno aunque mejor no, yo estoy saliendo de una gripe y tengo que guardar reposo, tengo que estudiar para un examen de psicología y de psiquiatría; si, mejor me quedo aquí encerrado así esté haciendo mucho calor.

¡Oh! ¡El Bolsito daltónico! ¿Se le habrá olvidado? Ese bolsito tan chiquito donde solo podía entrar un cuadernito de dibujo y 3 lápices romo; ese bolsito que nos hacía discutir por horas sin llegar al veredicto final de si era morado, rosado o fucsia; ese
bolso que siempre le llevaba para que no se fatigase en el camino, y que me hacía lucir como una imagen algo tonta y conmovedora a la vez.

Sí, se le ha olvidado, en realidad la
extraño, tengo ya 3 semanas que no la veo, las barreras entre familias, los problemas y las clases no nos han favorecido en ningún sentido; y de paso...

¡Sí! ¡La echo de menos!

¿Me vas a venir a buscar?

Será, no me queda de otra...

...

Pero a lo mejor ya llamó a sus amigos; a Abraham y a Kimberly, y no quiero estorbar; la presencia de ellos siempre nos dañaba el momento cuando la iba a buscar al colegio; pero lo toleraba
porque la necesitaba ver y llevarla de la mano... Ellos tan locos; yo tan serio tratando de esbozar una sonrisa en mi faz tan impregnada en penumbras; Yo casi doctor con notas de 20; ellos estudiantes rezagados en la lista de calificaciones de 08; yo un excelente estudiante de Lengua Extranjera, y ellos detestaban esa materia; no me llevaba bien con ninguno de los
dos, en realidad yo trataba de demostrar simpatía, siempre he
sido muy bueno disimulando, pero no era honesto de mi parte.

Hasta que un día la dejé de ir a buscar porque mi horario se trasladó a la tarde. Ella se reía incansable de las locuras de estos dos individuos, pero en la contemplación de las tan
estúpidas ideas yo quedaba fuera de lugar; mi voz no era lo
suficientemente fuerte y mis temas intelectuales no les llamaban para nada la atención.

Poco a poco la pantalla del celular se va colmando de mensajes con la misma frase:

¿Me vas a venir a buscar?

C...ñ 'e La Madre hija ya voy espérame.

Miopía y AstigmatismoWhere stories live. Discover now