Capítulo 42 "Tenía que volver a por mi chica"

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ALLYSON:

Estaba con Zayn, que se había ofrecido a llevarme a casa, delante de la suya, buscando desesperadamente mi móvil. Quería llamar a mi madre justo cuando el coche de Liam paró delante de la puerta. Bajó, y en el otro lado se encontraba ella.

Tragué en seco, intentando esconderme de alguna manera, pero cuando ella me vio desde la acera contraria sonrió y le hizo una señal a Liam para que mirara. Él me guiñó el ojo antes de volverse hacia ella y abrazarla antes de que ella se fuera.

Liam cruzó la calle, encaminándose hacia mi. Me puse nerviosa y empecé a jugar con mis dedos con cada paso que él daba. Zayn me miró sonriente y entró a la casa antes de que Liam o yo dijéramos nada.

—Hola, guapa— dijo con su típica voz gruesa y ronca.

Sonreí levantando la cabeza para mirarlo mientras él dejaba sus brazos sobre mi cintura. Besó mi parte del brazo que había cambiado de color y me miró a los ojos. Llevó sus dedos a mi mejilla y se acercó a mí. Su respiración chocó con mi cara en el momento en que frotó su nariz con la mía.

—Pensaba que ya no volverías— dije sonriendo.

—Tenía que volver a por mi chica—

Se me encogió el corazón con sus palabras y sonreí de nuevo, llevando mi mano hasta su nuca para agacharlo un poco y lograr que nuestros labios se junten. Me mordió el labio inferior y por lo visto mi pequeño quejido le dio mucha risa.

—Ven, te llevo a casa— agarró suavemente mi mano, entrelazando nuestros dedos y me llevó despacio hacia su coche.

Me abrió la puerta y se agachó por encima de mí como de costumbre, para abrochar mi cinturón. Quedó agachado unos instantes, dejando su cara a la misma altura que la mía. Pestañeé un par de veces por la cercanía y él me dio un beso rápido antes de separarse de mí y correr hacia su lado del coche.

*

—Nena, llevamos como diez minutos aquí— Liam se quejó, echando la cabeza hacia atrás de mala gana. —Si estás nerviosa porque te vayan a echar la bronca entonces yo entro y les explico todo— sugirió.

—No, está bien. Ya me voy— balbuceé abriendo la puerta y moviéndome el doble de despacio que de costumbre para salir del coche.

Me quedé sentada, a medio salir y miré hacia Liam. Él rodó los ojos por lo que creo, la primera vez desde que lo conocí y salió del coche antes de que yo pudiera decir cualquier otra cosa.

Me cogió de la mano y los dos subimos las tres escaleras que había delante de la puerta de mi casa. Saqué las llaves de mi bolsillo y abrí.

— ¡Maaa!— grité nada más dar el primer paso hacia el interior de la casa.

— ¡En la cocina!— ella me contestó de vuelta y pude escuchar un comentario de Mark como que dejáramos de gritar como locas, cosa que por lo visto a mi madre le causó risa.

Agarrando con fuerza a Liam de la mano, me encaminé hacia la cocina. Mi madre estaba de espaldas, preparando la cena y Mark leyendo un periódico.

—La próxima vez que pretendas estar fuera de casa todo el día podrías por lo me...— ella se calló a media frase nada mas girarse hacia nosotros. —Hola— ella saludó forzando una sonrisa mientras Mark a su vez bajaba el periódico para mirar en mi dirección.

Me puse muy nerviosa y Liam me apretó la mano con más fuerza al darse cuenta.

—Buenas tardes— Liam llenó el silencio que había envuelto mi cocina. Me puse el triple de nerviosa al escucharle hablar.

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