Capítulo 3

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Quizá un juego de miradas, un estudio profundo y la incógnita de saber el uno del otro.

- ¿¡Qué carajos!?- soltó ofuscada la rubia mientras daba miradas alrededor- ¡TÚ NIÑO DIME QUE ES TODO ESTO! - Se acercó al menor y buscando respuestas lo encaró-

- Que te pasa loca - intervino Sergio - Nosotros deberíamos hacer la pregunta -

- ¡Ya!, cálmense, a ver todo esto debe tener una explicación, estoy segura. ¿Sergio, cierto?, mira nosotras solo estábamos... visitando una de las habitaciones del señor Blass y de pronto una fuerte luz iluminó el armario, y bueno yo, me acerqué porque eso captó toda mi atención, y de manera inesperada esa energía fue extendiendo su tamaño y cuando quise alejarme sentí como si hubiese sido atrapada por ella y... ahora estoy aquí...-

- Estamos - aclaró la rubia recordando como fue que llego hasta ahí - Si tan solo no se te hubiese ocurrido salir...-

- Sé que suena tonto pero estoy segura que esta no es la habitación del señor Blass...- 

- Rub, ¡funcionó! - el mayor ignoró a la castaña y abrazó a Ruben - FUNCIONÓ, FUNCIONÓ... AHH el maestro Laos dudó de mí, de mis capacidades y mírame ahora, logré la teletansportación, Rubén amigo mío lo logramos-

- ¡¿Qué acabas de decir?! - La rubia ahora fue por el mayor - ¡cómo que teletrasportación! -

Mientras forcejeaban y Sergio solo buscaba la forma de escapar de la rubia, Rubén estuvo sumido en sus pensamientos mirando a la nada pero profundizando en lo que acaba de pasar.

- ¿Acaso dijiste señor Blass? - expresó el menor sorprendiendo a todos -

- Eh..., si, el señor Blass, ¿acaso el es su padre? -

- Blass es mi nombre - soltó el mayor - Sergio Blass -

Todos en la habitación quedaron en pleno silencio pero a la vez incrédulos, quizá no logró teletransportarse tal y como lo había planeado pero había logrado más que eso, muy en el fondo se dio cuenta de la situación pero aún le costaba aceptar.

- Dime la fecha - le dijo la rubia al menor -

- 12 de marzo de...1987 -

- ¡QUEEEEEEEEEE! - Érica pensó que se trataba de una excelente y planificada broma, aquello no podría ser cierto. 

El joven científico fue por el pequeño calendario que yacía en la mesa y le entregó a la incrédula rubia - Mira que dice ahí -

- ¿En que año se encontraban antes de todo esto?- preguntó el menor-

- Bueno nosotras, eh... nos encontrábamos en 2023- expresó Liz desconcertada -

- ¡¿2023?! - se exaltó - 36 AÑOS, viajaron 36 años - si la rubia ya estaba histérica, ahora quería cometer un asesinato, puesto que por su cabeza solo se cruzaba la idea que su desdicha era culpa de estos  dos muchachos -

- Yo los voy a ma...- Su amenaza fue interrumpida por una voz tras la puerta, que solo los puso en alerta-

- Joven Blass  la cena se encuentra lista, si me permite me llevaré las tazas de café - la manija de la puerta empezó a moverse y tan pronto también a abrirse, que diría aquella mujer conservadora de ver a dos muchachas en plena noche en la habitación de dos adolescentes hormonales. El mayor entró en pánico puesto el portal seguía emanando energía, de inmediato corrió hacia la puerta y de un fuerte impulso cerró de golpe la misma- ¿Joven Blass qué ocurre? - la mujer ahora habló con un tono de preocupación -

- Jane, eh no puedes entrar, a... yo, yo estoy desnudo -

Los ojos de Ruben se agrandaron más de lo normal y de un pequeño empujón hizo que Sergio entre en razón de lo que acababa decir,  la mujer sabía que los muchachos se encontraban ahí, y que pasaban horas y horas metidos en esa habitación, sin duda las palabras del mayor alimentaron sus sospechas, Sergio se desesperó al darse cuenta de lo que acababa de decir y con una leve esperanza de remediar sus palabras llamó el nombre de la mujer, pero esta no respondió.

- Mierda - soltó ofuscado -  

- Pero haber si ustedes son pareja o algo así no hay nada de malo- dijo despreocupada la rubia sin quizá darse cuenta en el año que se encontraba -

- QUÉ, NO DIGAS TONTERÍAS, claro que no somos pareja - 

- Crees que se lo cuente a tu padre - preguntó Liz -

- No, bueno el no viene mucho por aquí. Solo que ahora creerá... que soy gay o algo así-

- Que piense lo que quiere, ella no debería meterse en tu vida -

- Lamento interrumpir este momento que seguro me placería conversar en otra línea del tiempo, pero ahora debemos irnos de aquí - dijo la rubia impaciente-

- Sí bien concentrémonos. El portal aún se mantiene abierto, con ello puedo comprender que aún sigue en conexión con su línea del tiempo, bien, Rub regresemos a estas entrometidas - Aplicaron fórmulas e hicieron movimientos en aquella máquina extraña. Sergio seguía con una plena emoción de lo que su poderosa y joven mente había logrado y claro tampoco podía llevarse los créditos solo, su pequeño amigo también era todo un cerebrito y no dudaba que llegaría lejos. Ahora por otra parte la aparición inesperada de estas dos muchachas eran las pruebas de su logro, tenía muchas preguntas para ellas pero muy en el fondo sabía que le aterraba saber del futuro, y también era consiente que ellas lo conocían, al menos a su versión futura. Solo había una cosa, ellas tenían que volver, no había vuelta atrás. Aquellos pensamientos fueron interrumpidos cuando la máquina empezó a sobrecalentarse y la energía iba en aumentos desorbitantes - Mierda, ¡ALÉJENSE AHORA!-  



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