Narra Emilia Walker:
— dale, ya es hora - me apresuro mi padre.
— ya esta - dije entrando al asiento de copiloto y cerrando la puerta.
— estan todas tus cosas? - me preguntó.
Pensé.
— Mi hija! - grite y me salí corriendo del carro.
— Preciosa, casi te olvido, perdona a tu mamá - agarre a mi coneja abrazandola.
Agarre su jaula y me fuí al carro.
— ahora si, vamo' - dije poniendo la jaula atrás y cerrar la puerta.
— sos una mala madre, eh - dijo mi padre.
— es que vos me apresurabas y me olvide de mi hija - la besé.
Después de eso mi papá arranco el carro.
Nos estabamos dirigiendo a la casa de mi madre ya que me quedaba con ella por cuatro meses.
Ya habían pasado los cuatro últimos meses con mi padre y ahora debía ir con mi madre.
La relación que tenía con mi madre era igual con la que tenía con mi padre.
Aun que siempre fuí más unida con mi padre cuando los dos se separaron nunca perdí la relación que tenía con mi madre.
Yo los quería por igual.
Después de un viaje como de una hora y media llegamos.
Mi madre se había mudado a una casa que tenía ahora con su comprometido.
Yo lo conocia ya que a veces se aparecía en la casa que tenía antes mi madre.
Y desde que lo conocí me cayó re piola.
— vos pone a Linda en su jaula, yo te voy a ayudar con las maletas - dijo mi padre y yo asentí.
Cuando mis padres se habían separado no terminaron en malos terminos, si no en buenos y eran tipo amigos.
Ninguna de la pareja de ambos les incomodo que mantenieran una amistad con su ex-esposa o ex-esposo.
Así que no tenían problema en verse de vez en cuando.
Yo puse a Linda en su jaula y agarre mi cartera.
Me puse en frente de la puerta y toque el timbre.
Mi madre no tardo en abrir con una sonrisa.
— mi vida! - me iba a abrazar, pero como tenía a Linda en su jaula en mis manos no pudo -. Como siempre también viene Linda - acerco su dedo indice por la rejita de la jaula y la puso en la nariz de Linda.
— es tu nieta, no podés rechazarla en tu casa - reimos.
— hola, Mauro - saludo a mi padre con un beso en la mejilla.
— hola, Carmen - saludo amablemente.
— agarra a tu nieta, ma - le dí a Linda la cual seguia en la jaula.
Ella la agarro.
Yo abrace a mi padre muy fuerte casi dejandolo sin aire.
— casi me dejás sin aire, hija - dijo cuando me separe del abrazo.
— perdón, pero es que te vere después de cuatro meses - puse una cara de tristeza.
— no te pongas triste - me dio un beso en la frente -. El tiempo pasa rapido así que no va a durar una eternidad
— tenés razón - sonreí -. Bueno, pa, nos vemos en cuatro meses - le dije -. Igual te voy a llamar, eh, así que me vas a tener que soportar igual - lo señale con mi dedo indice.
Él rio.
— bueno, nos vemos, Emi -. Dijo y me dio un beso en la cabeza.
Se despidio de mi madre y se fue al carro.
Yo lo despedia con mi mano hasta que el carro ya no estaba.
