Prólogo

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En las calles de San Francisco, había paz y tranquilidad; no gran cosa si hablamos de una casi mundialmente reconocida ciudad. Pero eso fue hasta que se ve la persecución de tres auras, uno azul, una blanca y otro rojo. Eran un erizo azul y una gata blanca que iban a la velocidad de la luz mientras eran perseguidos por un psicópata que andaba en una especie de nave muy avanzada.

Sip, sabemos en que están pensando. Narró la gata blanca de 14 años de edad.

¿Por qué rayos un erizo súper sónico y una gata muy audaz eran siendo perseguidos por un chiflado que tiene un mostacho sacado de la guerra fría? Continuó el erizo azul de 12 años de edad.

Pues para ser sincero, siento que llevo corriendo toda mi vida… Narra el erizo azul. Mientras que yo, bueno, trato de descubrir quién fui en el pasado mientras soy niñera de un niño erizo. También explica la gata blanca.

¿N-nos están entendiendo? ¿O estamos yendo muy rápido? Preguntó el erizo. Perdón, es costumbre nuestra. ¿Saben qué? ¡Retrocedamos!

(Sonido de vídeo en reversa)

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Hace 10 años
(La historia de Sonic)

Éste es el lugar de donde yo vengo. Tenía de todo. Cascadas, playas de arena fina, acceso público a giros de 360 grados. Y nunca en mi vida tuve que tomar el autobús a la escuela  porque podía recorrer toda la isla en menos de 2 segundos. Eso, y porque no había escuelas. ¡Ya sé! Que maravilla de isla, ¿no?

Un pequeño erizo azul de 3 años corría por su isla y por los obstáculos que había, pero no le era difícil, porque éste pequeñín tenía un don muy especial.

Verán, nací con el don de una extraña e increíble habilidad que se me ordenó que lo mantuviera en secreto. Y hice lo que cualquier niño hace a los 3 años… exactamente todo lo contrario.

Al final de la zona verde, el pequeño erizo pasó a gran velocidad por un puente que estaba conectado a zonas elevadas. En la parte más arriba, había una pequeña casa de madera.
Adentro de la casa, se encontraba una especie de mujer búho durmiendo. Sonic llegó a la vivienda en forma de bolita, y entonces saltó hacia a la mayor haciendo que ella se despertara debido al impacto.

Ella es Garra Larga. Me cuidaba. Era como mi Obi Wan Kenobi… claro, si tan sólo Obi Wan Kenobi hubiese tenido pico y comido ratones. Qué repugnante.

-Sonic, ¿Alguien te vio?- Preguntó la mayor preocupada.

-Lo dudo mucho. ¡Soy demasiado veloz!- Aseguró el cobalto con confianza. -Y además… quería darte esto.- Añadió y sacó un girasol de sus púas.

Garra Larga sonrió al ver el cariñoso regalo que le daba su “hijo”. Pero antes de que lo recibiera, su mirada se enfocó en unos miembros de la tribu equidna, y apuntaban al pequeño erizo con flechas.

-¡Agáchate!- Gritó Garra Larga antes de agarrar a Sonic en sus alas y cerrar la puerta bruscamente, que a continuación, fue disparada con flechas de los equidnas.

Desde afuera se escuchaba cómo seguían disparando contra la puerta y no rompieron la puerta afortunadamente. Sin embargo, lograron romper la ventana dándole al girasol de Sonic.

Resulta que un gran poder, conlleva a grandes villanos ansiosos de poder. Y yo los había guiado hacia nosotros.

Al ver que los equidnas empezaban a entrar a la vivienda, la búho salió volando por una ventana, mientras sostenía al pequeño en sus garras.
La tribu empezó a disparar más flechas hacia a la búho mientras ella esquivaba todas las flechas. Pero tristemente, al volar más alto una flecha le había dado en el pecho cerca de su ala derecha, provocando que perdiera el equilibrio y se estrellara contra el suelo.
Afortunadamente, Sonic no salió herido. Pero Garra Larga si estaba gravemente herida, y estaba perdiendo fuerzas.

-Escucha Sonic. Tu poder es algo que yo no haya visto jamás, y por eso alguien siempre lo va a querer. Así que la única manera de que estés seguro, es que te mantengas oculto.- Explicó Garra Larga hacia el pequeño.

Y entonces lanzó un anillo al aire y éste se agrandó y revelando que en el otro lado había un bosque que ya era de noche.

-Ese mundo está en un extremo lejano del universo. Ahí, estarás a salvo.- Agregó la mujer búho.

-¡No quiero irme sin ti!- Dijo Sonic triste y preocupado, ya que no quería estar solo.

-No hay otra opción. Estos anillos serán tu posesión más preciada. Si algún día te descubren, usa uno.- También explicó Garra Larga.- Jamás, dejes de correr.

Pero entonces vio que los equidnas se acercaban amenazadoramente hacia ellos.

-¡Ya vete!- Ordenó la mayor a Sonic.

El pequeño erizo corrió hacia el portal y lo atravesó. Pero cuando volteó hacia atrás, vio que Garra Larga se posicionaba para luchar contra los equidnas. Tal vez estaba herida, pero no iba a dejar que le hicieran daño a Sonic.

-¡Garra Larga!- Gritó Sonic volviendo a correr hacia el portal.

-Adiós, Sonic.- Se despidió la mayor con una sonrisa triste.

-¡NO!- Gritó Sonic nuevamente.
Pero antes de que el erizo atravesará el portal, éste desapareció, haciendo que el menor mirara a la nada sabiendo que iba a vivir solo el resto de su vida… o eso creía.

Continuará...

Sonic y Lightning (Oc): La película Where stories live. Discover now