Que una familia tan particular como los Bridgerton, descubra que pueden estar en contacto a través de sus redes sociales a pesar de la distancia, puede ser un total caos. Un caos lleno de risas, berrinches y bromas.
Nota: Esta historia no sigue un o...
El show había terminado, el teatro había estado lleno nuevamente ella no podía estar más feliz por su presentación. Aunque estaba muy contenta por su éxito profesional, ya deseaba llegar a su hogar para besar la frente de sus hijos que ya se encontraban dormidos seguramente y luego dormir abrazada a su sexy y encantador esposo. Subió a su auto que ya la esperaba su conductor y se encaminaron hacia su hogar. Sin embargo la ansiedad de una madre le ganó y no podía seguir esperando los 37 minutos que faltaban para llegar a su casa para saber cómo estaban sus niños, por eso le mandó mensajes a Simón para saber cómo estaban todos, estaba segura de que su chico estaba despierto esperándola.
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Bloqueo su teléfono y se quedó mirando el paisaje de el maravilloso Londres. Estaba muy orgullosa de sus hijos y de verdad los amaba, pero tenía muy claro que debía hablar con sus hijos de que no deben excluirse entre ellos sino que deben ser unidos y jugar por igual.
Al llegar a su casa pasó por el cuarto de Belinda donde supuso se había desarrollado la pijamada y ahí efectivamente estaban sus niñas dormidas beso sus frentes y acomodo sus mantas para que ninguna pasará frío. Cuando entro a su habitación encontró a David en el medio de su cama con su oso favorito profundamente dormido y a Simón revisando unos papeles a su lado, cuando este se dio cuenta de su presencia rápidamente dejó los papeles sobre la mesa de noche y le abrió los brazos para recibirla con su habitual abrazo y beso. Al separarse le dijo en un susurro "¿desea unirse esta bella dama a nuestra pijamada?", ella solo asintió con la cabeza y se dedicó a aprontarse para dormir. Al otro día hablo con sus hijas sobre lo que había sucedido y que no tenían que volver hacerlo, porque ponían triste a su hermano a no dejarlo jugar con ellas, las niñas lo entendieron y se disculparon con él y lo invitaron a participar a su "show de baile" donde sus padres tuvieron que ser los jurados de tal concurso. Así pasaron su tarde de domingo entre risas y bailes de todo tipo. Al llegar la noche cuando se alistaban para dormir Simón le preguntó si de verdad ya no deseaba tener otro hijo a lo que ella respondió "tal vez... en unos años, pero por ahora estoy plena con lo que tenemos y quiero disfrutarlo, si llega otro niño a nuestras vidas será muy amado, pero sin presiones. Además mientras no llega podemos seguir practicando". Sin más él se acercó y la beso dulcemente y fue subiendo de intensidad media pasaban los segundos y efectivamente se dedicaron a practicar.
