Extraños sentimientos (Yoriichi X Muzan)(Omegaverse)

Planes

Oscuro. Es todo lo que podía ver. Sus ojos se abrían de a poco con ese mal sabor de boca. Se sentía desorientado. Aquella habitación blanca hizo que lastimara sus ojos. La analizo rápido. Un espejo, el cual, obvio, era de doble cara. Una cama mal arreglada, una pequeña compuerta para darle comida y la silla en la que estaba amarrado. Le daba asco ver lo mal que lo habían atado, asi que solo solto el nudo y tiro la cuerda.

Se levantó y soltó el trapo en su boca. Pudo notar que era obvio que no había nadie. Intento romper el espejo, sin éxito alguno. Tomó las sábanas de la cama y tapo aquel vidrio que permitía que otros lo vieran como si de un animal del zoologico o un bufón, para entretener a otros se tratase.

Volvió a inspeccionar la habitacion, encontrando varias cámaras. Tomó la silla y empezó a tirarla para romper las cámaras, teniendo éxito. Luego se tiro a la cama, molesto por haber sido apresado. El tiempo parecía no avanzar, odiaba estar ahí, le dolia la cabeza y sus ojos, por la luz fuerte reflejada en cada bloque blanco.

De un momento a otro, como si las diosas que habia conocido no quisieran dejarlo solo, oyó pasos a lo lejos. Iba a prepararse para salir corriendo pero quien apareció frente a él lo dejó helado, obligandolo a sentarse de nuevo en la cama. -"¿Q-qué haces aquí?"- Preguntó incrédulo, viendo como su contraria cerraba la puerta.

-"¿Pensaste que soy igual de cruel que Yoriichi, como para dejarte sin compañia?"- Dijo con una risita en su rostro, la cual desapareció al ver la cara de Muzan. -"No soy así de cruel Muzan, yo si tengo empatia"- Dijo, enseñando un plato de comida. Muzan, a pesar de sentir a su estómago rogar por aquel exquicito plato de comida, nego con la cabeza, pues no estaba comodo, ni fisica ni mentalmente como para disfrutar una comida.

Abrazo sus piernas con fuerza, enterrando sus uñas en su blanca piel, dejando caer gotas de sangre y una marca que luego pasaria a ser una cicatriz. Tenía ganas de llorar, de gritar, de golpear todo en esa habitación, estar en aquel lugar hizo que miles de preguntas inundarán su cabeza y eso solo lo hacia estresarse más generandole más ganas de llorar. -"Si no eres igual que Yoriichi..."- Comenzó a hablar, mirando a la chica frente a él, ideando un plan en su cabeza.

-"Dejame salir."-

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-"¡No puedo creer que aún siendo tantos, no logramos encontrar a esa cosa!"- Dijo molesta la pelirrosa, mientras caminaba a la universidad, junto a su amiga. -"Bueno, Mitsuri-san"- Empezó a hablar la de mechas moradas, llamando la atención de su amiga. -"¡Ya escuchaste lo que dijo compasión! No será fácil"- Dijo tratando de darle ánimos a su amiga. -"¿Que no va a ser fácil?!"- Hablo una voz entusiasta y alta detrás de ella, haciendo que Mitsuri saltará por el susto. -"Buenos días Rengoku-san"- Hablo Shinobu con delicadeza, haciendo una reverencia al chico 5 años mayor a ella.