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Narra Ona: Habían pasado casi dos semanas desde mi beso con Simón en el monumental y las cosas no habían ido como pensaba, simplemente quería volver a Barcelona con mi familia, mis amigos y mi casa. Nada más salir del partido paso todo la noche con sus amigos, solo me dirigió la palabra para decirme que no dormiría en casa, ni siquiera pregunté que con quien iba a ir o donde se quedaría. Pasaron los días y el ambiente en la casa era demasiado incomodo, por no hablar de los viajes en coche que hacíamos para ir a grabar.
A veces me apetecía pararlo y soltarle todas las preguntas que pasaban por mi mente, pero como no éramos nada, no me debía ninguna explicación, la respuesta a todas mis dudas era que ese día que durmió fuera se quedo en casa de alguna chica y nuestro beso fue simplemente por la euforia del momento.
Me daba tanta pena, porque yo si que lo había sentido real, pensaba que si existía esa conexión, pero claramente se ve que no fue así.
De nuevo se repetía la rutina de todas las mañanas, cada uno desayunaba por su cuenta y el que acabase primero se ducharía, luego se pasaba por mi habitación y me decía un simple "¿estás?" a lo que yo asentía para marchar por la puerta con él.
No voy a negar que echaba de menos nuestros desayunos en el balcón, las carreras que hacíamos para ver quien e duchaba primero o cuando venía a mi habitación a molestarme mientras me preparaba, pero bueno yo día hacer yo para que las cosas cambiasen, era todo muy bonito para que me estuviese pasando a mi.
Cuando llegamos con el resto de chicos cada uno tomó su camino, Simón se fue con Pipe y Agus y yo me quedé con el resto.
Estábamos grabando en una casa que habían alquilado por unas semanas, las grabaciones estaban siendo más largas de lo que esperaba. Al estar en confianza grabábamos dos o tres días a la semana, el resto nos reuníamos y hacíamos cualquier cosa, además al estar grabando repetíamos las tomas mil veces.
Mientras los tres estaban jugando a la play en el salón de la casa, lo demás estábamos jugando al uno, en un momento me levanté para ir a la cocina a por un vaso de agua. Entré a la cocina y cerré la puerta detrás mío, pero a los pocos segundos se escuchó como se abría, solamente cruzaba los dedos para que no fuese Simón. -Ona, ¿te puedo preguntar algo?- justo me di la vuelta viendo a Felipe abrir la nevera. -Si dime. -¿Qué os pasa a Simón y a ti?, no quisiera molestar, pero parecía había algo entre vosotros y ahora ni os dirigís la palabra.-parecía me leía la mente. -No lo sé Pipe, no sé nada. Yo también lo pensaba, pero después de ese día, se quedó a casa de no tengo idea quien y no me volvió a dirigir la palabra, yo no e si he hecho algo mal o está con otra chica, pero no tengo ni idea de que es lo que le pasa. -Ona, el día que Simón salió vino a mi casa y estuvimos juntos por la noche, no agarro el móvil en ningún momento, así que dudo que tenga a otra chica. Simón puede ser un poco raro a veces así que no te quiero ver apagada por el ¿vale?- me dijo dándome un abrazo. -Gracias Pipe.
Después de esa charla con Felipe volví a pensarlo todo bien, quizás se había dado cuenta que que no le gustaba o que se yo. tenía que prepararme porque iríamos a grabar a fuera y debía estar concentrada.
Una vez grabando en el campo hacía mucho calor y había demasiados mosquitos, estábamos un poco lejos de la casa como para volver todos, en realidad no tardaríamos más de 10 minutos, pero nos daba demasiada pereza. Llegó un momento en el que era insoportable, bueno, más bien Blas era insoportable, se quejaba todo el rato y aunque me hacía mucha risa fui a la casa para ir a por el anti mosquitos, ya que yo en ese momento no estaba grabando.
Nada más llegué a mi destino busqué entre los cajones del mueble del salón, en búsqueda del spray, pero no había ni rastro de él, hasta que pareció que alguien había entrado a la casa, suponía que era Blas por sus quejas. -Blas, ¿al final has venido? -No soy Blas.- nada más escuchar esa voz la reconocí al instante. -Ah Simón, perdón, yo ya me iba.-le dije mientras me dirigía a la puerta -No, no te vayas, he venido a hablar contigo. -¿Conmigo?- me hacía la tonta, pero claramente sabía porque venía. -Perdón, he sido un imbécil, pero tengo miedo Ona, miedo porque vas a volver a España y yo me voy a quedar aquí, cada día me doy cuenta de que me gustas más y pensé que la mejor forma para que me dejases de gustar tanto sería dejándote de hablar, pero no es así, te veo con cualquiera de los chicos y me dan ganas de ir a hablar contigo o en casa me encantaría ir por la noche a tu habitación a ver cualquier serie o película o serie que me pongas.-Justo cuando acabó no me dejo ni acabar y me besó esperando a que me apartase para buscar una respuesta, pero claramente no lo hice.
-Simón yo también había pensado en la distancia y creía que había hecho algo mal, pero creo que lo mejor que podemos hacer es fluir y que las cosas surjan como tengan que surgir y si vemos que la cosa va bien, ¿quién sabe? igual nos vienen bien unos cambios de aires.- Esta vez fui yo la que me lancé, le volví a besar después de verle sonreír por mi respuesta.
Tuvimos la mala suerte de que entraron los chicos viendo la situación, pero siendo ellos se pusieron a silbar, gritar y cantar al rededor nuestro haciendo que nos separásemos al instante. -Bueeeeno, entonces ¿día libre hoy también para celebrar que esta pareja esta enamorada?- dijo Matías mientras se reía con todos. -No queda otra, llevamos tres semanas para grabar un corto que podríamos haber acabado en cinco días como mucho.- añadió Fran.
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Volví Mañana clase y me mato JIJI chau y perdón por las faltas y si nos está muy bien
