Capitulo 7 parte 2: Corre Jude corre, pero no precisamente de Regan

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—Cuando te escuché tan alterada por teléfono, sentí que me volvía loco —murmuró con la mandíbula tensa—. Lo único que quería era estar ahí, protegerte y alejar cualquier amenaza. Me jode enormemente que aún tenga que ser Aegan quien vele por tu seguridad en vez de mí...

Su mirada reflejaba impotencia y frustración. Sus dedos se apretaron levemente alrededor de mi brazo.

—Tu madre quedó en buenas manos, así que no te preocupes —dijo Aegan, que se había situado al lado de la imponente escalera de mármol negro.

Me solté inmediatamente el agarre de Adrik, dirigiéndole una mirada inquisitiva por si acaso había alcanzado a presenciar nuestro breve momento de cercanía física. Pero Aegan parecía tranquilo, seguramente no se percató de lo que estaba ocurriendo.

—Gracias, yo igual me iré a descansar, el viaje fue muy pesado —comenté, frotándome el cuello con gesto cansado, esperando que captara la indirecta.

—Antes debo darte las indicaciones de cómo van a ser las cosas de aquí en adelante, Jude —replicó Aegan con su acostumbrado tono autoritario.

Ay carajo, ya va a comenzar el señorito con sus absurdas normas y exigencias. 

—En serio estoy muy agotada, ¿podemos dejarlo para mañana? —casi supliqué, esperando que por una vez en su vida considerara mi agotamiento.

—Toma un baño y nos veremos en el comedor en una hora —sentenció inflexible, dando media vuelta para retirarse y subir las escaleras.

Miré a Adrik boquiabierta, incrédula de que Aegan pasara olímpicamente de mis súplicas por descansar. Adrik sólo se encogió de hombros con resignación, claramente habituado a los desplantes de su hermano. Suspiré fastidiada, algo me decía que esta vez las exigencias de Aegan rayarían en lo absurdo.

Me dirigí al segundo piso, buscando mi habitación asignada. Al final del pasillo vi mis pertenencias junto a una imponente puerta doble de roble labrado.

"Esta debe ser", pensé encaminándome hasta allí. Al abrir la puerta, mi mandíbula casi golpea el piso. ¡Santo cielo! Esta habitación es digna de Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó.

Dejé caer mi equipaje al suelo, maravillada, y me lancé de un brinco sobre la enorme cama con dosel. Las mullidas almohadas y el edredón de plumas me envolvieron en una deliciosa sensación de confort. Creo que nunca en mi vida había estado sobre un colchón tan jodidamente cómodo.

Incorporándome de un salto, reparé en una puerta lateral y corrí hacia ella con la ilusión de una niña en Disney. No podía ser... ¿un jacuzzi? Sí señores, esta suite tenía su propio jacuzzi con hidromasaje incluido.

Comencé a desvestirme rápidamente, decidida a relajarme un rato en ese pequeño oasis personal y aprovechar los lujos de la propiedad antes de bajar a someterme a las exigencias del dictador Aegan.

Contemplé maravillada el fabuloso baño a mi alrededor mientras el jacuzzi se llenaba. Las baldosas de mármol travertino le daban un toque de distinción. Toallas blancas perfectamente dobladas con el símbolo de los Cash bordado en dorado. Velas aromáticas junto a sales de baño y exfoliantes corporales de marcas italianas acomodados en estantes de cristal.

Tomé el frasco de sales aromáticas con esencia de lavanda y eché unas cuantas, llenando la tina de un delicioso aroma floral. Cuando el jacuzzi estuvo listo, me introduje en el agua caliente y burbujeante, soltando un suspiro de puro goce. Sentí que los nudos de tensión en mis músculos se aflojaron lentamente.

Agarré la varilla para hacer burbujas y comencé a agitarla suavemente. En poco tiempo estaba cubierta de espuma perfumada. Me entretuve haciendo peinados graciosos sobre mi cabeza mientras mis pensamientos vagaban. 

PERFECTAS APARIENCIAS-(PERFECTOS MENTIROSOS - ALEX MÍREZ )Where stories live. Discover now