Capítulo 1 - Insufrible

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Jade.

Miami/Florida.

Clubes, alcohol, música y amigos es una combinación perfecta un viernes por la noche y más para un fin de semana completo.

Pero eso de irse de fiesta un fin de semana completo y tener que trabajar un lunes temprano debería ser considerado un crimen.

Odio eterno a los lunes.

Tengo la resaca a mil, y he de verme como un zombie, lo sé. Si embargo, decido levantarme de la cama directo al baño, lavo mis dientes y me doy una buena ducha con agua helada.

Sí, amo el agua helada en las mañanas, ¿estoy loca? puede ser ¿y qué?

Salgo del baño, buscando mis cremas hidratantes. Vierto un poquito en mis manos mientras la masajeo con delicadeza por mi cuerpo, termino con eso y me pongo unas bragas mientras reviso que me pondré.

Al final de revolver la mitad del closet opto por una falda de cuero negra con abertura en un solo lado del muslo, un top de tirantes blanco, chaqueta de cuero negra y mis botines negros.

El negro es vida señores.

Me maquillo para tapar mi cara de muerta, con facilidad sale un maquillaje sutil ya que con estos calorones se me puede hasta derretir la cara. «Que horror»

Salgo de casa colocándome los lentes de sol, corriendo al ver que el ascensor va a cerrar sus puertas, meto la mano a tiempo y paso. Oprimiendo varias veces el botón, llego a la recepción, saludo al portero, salgo al estacionamiento y ahí veo a mi querido bebé.

Y no, no me refiero a un niño ni a una persona.

Me refiero a mi bello, hermoso y espectacular Audi;
Color negro, con vidrios polarizados y ruedas de infarto.

—Mami te ama —le susurro como si me fuera a responder.

Meto las llaves abordándolo, encendiendo el motor arrancando de una vez, la puntualidad no es una de mis virtudes. Pero ni modo, «un minuto más o minuto menos» hago parada para comprar mi desayuno, atiendo unas cuantas llamadas mientras vuelvo a subir al auto.

Como una tostada a medida que conduzco, mientras voy avanzando por las vías puedo visualizar; los grandes edificios, verdes parques, playas llenas de turistas y muchas tiendas de ropa de diferentes marcas.

Amo esta ciudad, siempre he vivido aquí y la conozco a la perfección.

He viajado, no diré que no, he conocido algunas partes del mundo. Viendo todo tipos de monumentos históricos, museos emblemáticos y uno que otros acuarios extravagantes. También siempre tratando de aprender un poco de cada cosa, culturas, gastronomías, costumbres.

Y me siento muy orgullosa de mí misma al saber que con solo 21 años hablo cinco idioma, tengo mi propio apartamento, mi carro, me gradué con buenas notas en la universidad y tengo un trabajo genial.

Sigo conduciendo, mientras pongo música en el pequeño reproductor, subo el volumen cantando como lunática:

"Don't call me up
I'm going out tonight
Feeling good now you're outta my life
Don't wanna talk about us
Gotta leave it behind
One drink and you're outta my mind"

Acelero, llegando directo al estacionamiento de la empresa, apresurándome de cerrar bien el carro y corro rumbo al ascensor. Me fijo en la hora de mi reloj maldiciendo mentalmente, ¿en qué momento se me hizo tan tarde?.

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