Ya no soy humilde (PAUSADO)

『164 al 166』

Ye Ling miró a Lin Fang por última vez antes de darse cuenta de la vuelta y caminar hacia el pozo en el lado oeste del patio. Le arrojó tres pastillas de color verde-marrón.

Después de completar estas acciones, Ye Ling estaba preparada para irse cuando de repente notó montones de cenizas en las cuatro esquinas del patio de la familia Wu.

Ye Ling frunció el ceño confundida y caminó hacia las cenizas. Vio algunos trozos de papel rotos que no se habían quemado por completo en las cenizas. También había varios símbolos extraños dibujados en el papel con cinabrio rojo.

Parecían papeles talismán obtenidos de un taoísta o una bruja.

Aunque habían pasado treinta años desde la fundación de la República Popular China, las zonas rurales todavía eran muy supersticiosas. Por la confianza de la tía Mei en el curandero, se podía ver que la población rural todavía tenía mucho miedo de los fantasmas y los dioses. Por tanto, el estatus social de los taoístas y las brujas seguía siendo muy alto.

¿Por qué aparecieron estas cosas en el patio de la familia Wu?

Ye Ling conocía muy bien a Lin Fang. Lin Fang era una persona muy tacaña. Estos talismanes no eran baratos. Si no tuviera nada que hacer, ¿por qué compraría estos talismanes?

Ye Ling miró profundamente el montón de cenizas y se giró para salir por la puerta trasera. Después de cerrar la puerta, Ye Ling colocó la llave en el espacio entre los ladrillos de barro.

Ye Ling subió la colina y caminó hacia la carretera principal. Para entonces, el cielo ya estaba completamente brillante y ya había gente sacando herramientas agrícolas de la casa.

Ye Ling reflexionó por un momento antes de encontrar a una mujer de aspecto amigable. "Tía, ¿este lugar ha estado en paz recientemente?" —preguntó ella.

Las palabras de Ye Ling fueron más eufemísticas, pero la mujer rural lo entendería.

Ye Ling preguntó si había ocurrido algún suceso sobrenatural reciente en el área.

Al escuchar las palabras de Ye Ling, la expresión de la mujer del pueblo se puso nerviosa. Rápidamente se acercó a Ye Ling y bajó la voz. "¿No sabes sobre esto? La montaña trasera cerca de la casa de Lin Fang ha sido embrujada. Cuando subió a la montaña a recoger setas, vio un fantasma. Más tarde, el fantasma la siguió a su casa y, durante ese tiempo, ¡podía ver fantasmas todas las noches!

"¿Eh?" Ye Ling frunció el ceño al escuchar las palabras de la mujer. "¿Cuándo vio Lin Fang el fantasma?" —preguntó ella.

Después de pensarlo un momento, la mujer proporcionó una fecha aproximada.

Ye Ling se sorprendió momentáneamente. La aparición en la casa de Lin Fang ocurrió apenas unos días después de su accidente.

¿Fue esto una coincidencia? Ye Ling tuvo la sensación de que algo andaba mal.

"Hablando de eso, Lin Fang se sintió miserable durante ese tiempo. Ni siquiera se atrevió a salir por la puerta. Estaba tan asustada que perdió más de diez libras. Cuando fui a visitarla, ella estaba tan asustada que se escondió debajo de la cama. Parecía un ratón que no podía ver la luz". La mujer sospechó.

Al enterarse de la difícil situación de Lin Fang, Ye Ling, naturalmente, no sintió ninguna simpatía.

Si había fantasmas en este mundo, Ye Ling sintió que los fantasmas que llegaban a Lin Fang tenían un sentido de la justicia y sabían cómo encontrar gente mala.

Sin embargo, Ye Ling todavía no creía en los fantasmas.

"¿Qué paso después de eso?" Preguntó Ye Ling con calma.