Tom Kaulitz, 17 años, con una madre alcohólica y con un padre que los abandono cuando el apenas tenía 5 años... De repente un día su mirada se cruza con el ser más divino que había visto en su vida... ★
¿Que me pongo? ¿Cuál perfume? Tengo demasiados ahora que lo pienso... Bueno pero eso no importa. ¿Que zapatos? ¿Que pirscing? Si, también tengo demasiado se varios colores y estilos... ¡Tampoco importa!
Me estaba dando una ducha mientras pensaba en todo eso. Había llegado a mi casa a las 2:30 después de caminar con Bill y darnos cuenta que somos vecinos... ¿Lo iré a buscar a su casa para ir juntos al parque? Obviamente.
Fuera de gilipolleces, no tengo la menor idea de que ponerme. Salí después de 20 minutos con una toalla en la cintura y otra secando mis rastas ya que si, me las había lavado.
Vi la hora ¡Hostias! Las 4:00, si, puede parecer muy temprano pero... ¡no se que ponerme! Abrí mi armario para ver que ponerme... Dios, tengo demasiada ropa.
Opte por una sudadera morada con rayas negras, pantalón de mezclilla, bandana negra y gorra negra sencilla.
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Me puse mi mejor perfume, con un olor masculino con un toque de vainilla. Mi objetivo hoy era volverlo loco.
Mire el reloj colgado en la pared; 4:45.
Perfecto, solo me lavo los dientes y me voy... Espero no olvidarme nada.
Me miró al espejo por última vez. -Estoy guapísimo. Billy, serás mío hoy.- digo para mi mismo.
Salgo de mi cuarto y bajo las escaleras, se me hace extraño no ver a mi madre tirada en el sofá, drogada. Pero no le tomo importancia, la verdad no le importa mucho mi madre. La quiero, es mi madre pero... No es la misma de antes, ¿Captan?
No le tomo importancia y me voy, voy con temor y emoción a la casa de enfrente y con miedo por mis venas, tocó lo timbre.
★
By Bill
Escucho que tocan el timbre.
-¡Si, por fin!- Digo emocionado ya que ir con Tom significa ir con un amigo y yo quiero hacer muchos amigos aquí en Berlín.
Bajo las escaleras entusiasmado y abro la puerta... Me lo encuentro ahí parado con una sonrisa de oreja a oreja. Lo único que puedo decir es... Wow.
Dios mío... Lleva puesto una sudadera morada con rayas negras, enorme obviamente, pantalones de mezclilla, bandana negra y una gorra negra... Wow, al parecer tiene muchas gorras, estos dos días que lo eh visto, han sido diferentes.
-Hola, billy.- Saluda después de un buen rato mirándonos a los ojos.
-Hola, Tom.-
-¿Estás listo? Llegué puntual eh, eso fue difícil para mí.- dijo con una leve risita, a lo que me provoca una a mi.
-Sip, ya estoy listo. Por cierto, que lindo te ves.- Digo con una sonrisa pillina, creo que está mal que claro que Tom hasta ahora me va encantando, no hace falta ni mencionarlo.
