,★ゝ𝐑𝐀𝐁𝐁𝐈𝐓 ๑ﾉﾞ

𝟏.𝟎 - 𝐓𝐚𝐞𝐤-𝐣𝐨𝐨

Para Taek-joo una vida cómoda se describe estar en un espacio silencioso concentrándose en sus estudios y de vez en cuando charlar con sus dos amigos: Yoon Jong-woo y Yuna Hyeon.

"Normal" es la palabra favorita de Taek-joo, pero claramente los días normales se detienen cuando encuentras a dos extranjeros hablando inglés sin que nadie los entienda. Tal vez le dio algo de pena ver a esos dos sin tener ayuda, acercarse podría solucionar los problemas de ellos.

Y claramente, se arrepintió.

Estar frente a dos personas de dudosa procedencia que ni hablan coreano y miden más que una puerta de tamaño común es la cosa más normal que encuentras si quieres ayudar a unos inquilinos confundidos. Si eligieran actores para una serie o para crear una nueva revista súper popular que atraiga la atención y así tener más ventas, estos dos no tendrían ni que mover un dedo para ser famosos (de la forma literal).

—Disculpa, estamos cursando el segundo e, ¿es aquí de casualidad? —dijo la chica. Tal vez era norteamericana o solo pronunciaba muy bien (demasiado) el inglés. Uno no miente cuando dice que parece una modelo de primera, esa chica literalmente era la mujer más hermosa que pudo haber visto: Sus ojos de un color azul verdoso muy hermoso, cabello rubio cenizo (le llegaba aproximadamente hasta el hombro) y una tez pálida.

—Si, es aquí —dije. Al lado de ella estaba un chico que, de verdad, tenías que mirarlo torciéndote el cuello. Ese tipo era literalmente un poste, ¿unos dos metros tal vez?

El tipo no era menos atractivo que la chica, hasta podría decirse que era mucho más atractivo.

Esos ojos le recordaban a una piedra preciosa: La esmeralda, se sentía dentro de una mina llena de esmeraldas. Su cabello rubio perfectamente peinado hacia atrás con algunos mechones en su frente le daba un aire superior donde sabías que no debías meterte con él. Sus pestañas eran más largas del tamaño común: Eran tan largas y estaban perfectamente alineadas, ese detalle solo hacía que se viera aún más guapo cuando pestañeaba o cerraba los ojos lentamente. Su nariz perfectamente recta le daba una gran simetría a su rostro, pero otra cosa que más le sorprendía: Sus labios eran tan rosas con un toque rojizo, le recordaba a las gomitas.

—Sé que soy atractivo, pero me vas a terminar perforando el rostro si sigues viéndome así —no podía creerlo. Lo que tiene de atractivo, lo tiene de arrogante. Aunque todo en su porte demostraba que era un alfa, la cólera que se iba acumulando no era algo que podría controlar.

—Me llamo Olga, mucho gusto —pareció leer mi rostro que claramente mostraba irritación, cosa que logró conectar mis neuronas de racionalidad. Tipos como él es mejor ignorar.

—Taek-joo, Kwon Taek-joo.

—¿No me vas a preguntar a mí? —mantener una sonrisa de amabilidad se estaba volviendo un completo desafío cada vez que ese tipo abría la boca, aunque igual siguió hablando:

—Me llaman Zhenya. Es raro encontrar a una belleza en este lugar raro —esa sonrisa suya le hacía querer golpearlo, y aparte de eso, ¿le está agarrando la mano? El simple hecho de tener que rozar la piel con ese tipo le daba una repulsión enorme.

—Disculpa —quité su mano de la mía—. Cuando venga el profesor podrán acomodarse mejor, sólo esperen— y sin más, volví a mi asiento, si bien esos dos me observaban como si fuera un regalo de navidad, era mejor ignorarlos.

No pasaron ni cinco minutos cuando llegó el profesor y los presentó a los dos, si yo no hubiera hablado con ellos dos, ahora estaría apreciando su irreal belleza de modelos super star junto a los demás, pero no, esos tipos son más raros que decir que dos más dos es cinco.