Yu y su querido ninja

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"Yu! Demonios, apresúrate!"

"Lo estoy dando todo, ve un poco más despacio!"

El sonido de los pasos desenfrenados se escuchaban como martillazos en el piso, las voces de ambos jóvenes que jadeaban mientras corrían a toda velocidad para poder llegar a lo que sería su libertad, aquello que tanto anhelaban y por lo cual habían luchado.

"Yuriko!!!"

El grito desgarrador se escuchó desde la garganta del joven que arrodillado cayó junto a la muchacha que había sido flechada, y no como a ella le agradaría.

"YU, MALDITA SEA, TE DIJE QUE TE APRESURES!"

"DIOS, ME ESTOY MURIENDO CABRÓN Y TU ME ANDAS GRITANDO..."

La desesperación en sus voces era palpable, como si fuesen a ser atrapados por alguien si no se daban prisa, sin perder el tiempo, el joven levantó en sus brazos a la chica mientras salía corriendo de ese lugar, casi como volando entre las laderas de aquel verde lugar.

"Sin tí Yu, no vivo, así que resiste, ya casi llegamos..."

"Jaja... está bien..."

Como si el mundo se deshiciese bajo ellos, las olas de calamidad que los rodeaban y que habían permanecido en las sombras hasta ese entonces, se hicieron presentes, desgarrando el suelo con cada paso que ellos daban, como si el destino tratase de separarlos.

"Jae... creo que ya veo la luz..."

"Imbécil, no es la luz, es el sol!"

Exclamó emocionado el joven antes de atravesar la barrera que dividía los mundos de la calamidad y lo que ellos recordaban fue su felicidad en alguna vida pasada.

"Estamos... en casa..."

"D-Dios... J-Jae... mira eso..."

Yu señaló en el lado opuesto del muchacho, mostrándole como el cielo parecía nublarse ante su llegada, vaya augurio para terrible que ella vio en lo que se supone era sagrado para un... demonio...