𝐋𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐀𝐪𝐮𝐢́ •|𝐒𝐡𝐢𝐧𝐡𝐨𝐨𝐧|•

𝟎𝟏

Dohoon estaba en clase tranquilamente mirando sus apuntes esperando a que empezara la clase y, luego de unos minutos, entra la maestra. Los demás alumnos sacan sus libretas para comenzar la clase pero la maestra hace una interrupción.

—Chicos, el día de hoy tenemos un nuevo estudiante que nos acompañará por el resto del año—un chico alto de cabellos color azabache entra en el aula—porfavor denle la bienvenida.

Todos se levantan de sus asientos para hacer una inclinación al chico. Éste se mostró indeciso y no supo que hacer así que respondió únicamente con una leve inclinación. La maestra habló de nuevo.

—Preséntate, porfavor—esta vez hablaba en dirección al chico nuevo.

—Mi nombre es Shin Junghwan pero pueden llamarme Shinyu—se presentó el rubio—espero poder conocerlos a todos.

Nuevamente la maestra habló en dirección al chico y le indicó que se sentara al lado de Dohoon. Éste levantó la mano para que el azabache supiera dónde estaba.

Dohoon observaba al chico mientras éste se sentaba a su lado en el escritorio y sacaba sus útiles. El rubio sintió la intensa mirada del otro sobre él y se atrevió a mirarlo y hablar con él.

—Hola, tu nombre es Dohoon, ¿verdad?

—Sí, soy Kim Dohoon y tú al parece te llamas Shin Junghwan—dijo el castaño—encantado de conocerte.

El rubio solo se quedó callado y asintió con la cabeza. Se sentía feliz de poder hacer al menos un amigo y que su primer día no fuera tan incómodo. En ése momento la maestra decidió iniciar la clase y los dos chicos interrumpieron su charla para prestar atención a la clase.

[...]

A la hora del almuerzo, Dohoon se sentó con sus amigos—Mina, Han, Changbin y Lisa—como de costumbre. Los cinco ya llevaban sentados unos minutos charlando y comiendo cuando Dohoon observó en la distancia como el chico nuevo se sentaba solo en una mesa un poco apartada de ellos.

Dohoon no supo porque en vez de llamarlo a sentarse a su mesa fue hacia la suya y se sentó a su lado. Shinyu no dijo nada pero parecía feliz de que alguien se sentara allí con él. El pelinegro igualmente no dijo nada pero se sintió bien sabiendo que su compañero estaba feliz con su presencia.

Unos minutos después sonó la campana y todos los alumnos se dirigieron a sus clases, incluidos Shinyu y Dohoon. Shinyu todavía no se aprendía el camino al aula así que le pidió ayuda al castaño. Él por supuesto aceptó y se fueron juntos al salón.

Al llegar la maestra inició la clase rápidamente y no les dió tiempo para hablar, así que sacaron sus libretas y comenzaron la clase.

Unas horas depués, al salir de la escuela, Dohoon se dirigió a Shinyu para preguntarle algo. No esperaba que aceptara pero su respuesta le sorprendió.

—¿Quieres ir a mi casa para ponerte al día con los estudios?—el azabche asintió y Dohoon continuó—¿tus padres estarán de acuerdo con eso?

—Mis padres no están en el país—dijo Shinyu—vine con mi hermano. Le diré que estaré afuera comiendo en un restaurante.

—En ese caso, ven—dijo el castaño, agarrando a Shinyu por la muñeca—iremos en metro hasta mi casa.

Dohoon tiró del azabache y juntos se fueron a la caminando hasta la parada del metro, la cual no estaba muy lejos.

[...]

Shinyu entró temeroso en la casa del castaño. No era muy grande, sin embargo era bastante espaciosa. Había pinturas por todas partes y hasta un lienzo en el suelo de la sala.