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Tras una intensa noche llegó el siguiente día, Neuvillette despertó con un fuerte dolor en todo su cuerpo, la casa olía a café y comida, eran las once y Wriothesley estaba preparándole el desayuno al chico, el ya había comido hace unas horas y espero a que Neuvillette despertara para llevarle la comida, quería dejarlo dormir hasta tarde.

—Buenos días Neuvillette, ¿Cómo dormiste?.

—Hola, bien, tuve un sueño muy extraño...

—Ya veo, te he preparado el desayuno, te ayudaré a acomodarte para que comas y después vayas al baño.

—Muchas gracias.

Cuando Wriothesley intentó moverlo el chico se quejó, parecía tener un dolor más fuerte que lo que tenía normalmente. El pelinegro buscó las pastillas para darle y a pesar de los quejidos lo siguió moviendo para que pudiera comer bien, aún no entendía como la noche anterior se había levantado. Café con leche, eso fué lo que preparó, una vez más le dió la comida en la boca y cuando terminó lo ayudó a ir al baño. Se sentía extraño para el tener a alguien en casa, nadie iba porque era imposible y vivía solo.

Pronto notó como Neuvillette tenía sangre en la ropa, tenía una herida que no parecía mejorar, después de sentarlo en la cama le quitó la polera para traer un botiquín y limpiarle la herida, curarla y taparla. Después de eso escogió alguna polera que no usara y se la prestó, se le hacía chistoso verlo con su ropa, ver que era una talla distinta y le quedaba grande. Al terminar sacó unos libros que tenía pensando en que quizás le gustaría leer, no tenía muchas cosas para entretenerlo más que eso y algunos juegos de cartas.

Neuvillette escogió un libro para empezar a leer pero sintió la mirada penetrante de Wriothesley, no dejaba de verlo, de pronto sintió como la mano de este apartaba el pelo de su cara para después tocar su rostro de forma extraña, su mirada lo incomodaba y pensó que no era un buen momento para intentar enamorarlo.

—Y-yo...

—Tienes una herida en tu rostro, no me di cuenta...creo que no dejará cicatriz pero déjame ver si puedo ayudarte —Lo interrumpió.

Neuvillette se sintió completamente avergonzado de haber pensado que le estaba coqueteando, cuando le limpió la herida le dolió pero estaba más concentrado en no demostrar vergüenza al tener tan cerca el rostro de Wriothesley.

—¡Ja! Mira, si te deja una marca quizás compartiremos cicatriz —Dijo mostrando su cicatriz bajo el ojo —Tu y yo, la misma marca, increíble.

Neuvillette sonrió, lo que estaba viviendo era muy extraño y esperaba mejorarse pronto, aún así le gustaba la compañía de Wriothesley, era como si fuese una luz en su oscura y triste vida.

Mientras el estuviera a su lado siempre estaría a salvo, lo cuidaba mucho y no quería nada a cambio, solo el bienestar del chico.

—Es hora de cuidar tu pelo, ¿Te parece si lo cepillo y lo peino?.

—Claro.

Wriothesley lo movió con cuidado para poder peinarlo mejor, sacó un cepillo y unas cintas porque no tenía ligas para el pelo, con delicadeza pasó el cepillo por el enredado cabello del chico, para el era hermoso nunca había visto un cabello tan largo y de tan lindo color, era como una muñeca, no fué dificil desenredarlo por completo, al terminar hizo una trenza y con una cinta hizo un lazo, según Wriothesley Neuvillette se veía hermoso.

Pasaron una tarde relajada, estuvieron hablando de sus gustos y compartían algunos, después Neuvillette esperó la comida que el pelinegro estaba haciendo, la casa olía bien, estaba cocinando postres. Después apareció en la habitación con un pedazo de torta y un jugo de manzana.Poco a poco el dolor parecía ir disminuyendo, sus heridas ya no sangraban y se sentía mejor de ánimo.

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Love Of My Life ♡ Wriolette Donde viven las historias. Descúbrelo ahora