𝐕𝐈𝐈𝐈

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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈𝐈𝐈

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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕𝐈𝐈𝐈

Cumpleaños

- War Of Hearts.

⋇⋆✦⋆⋇

29 de abril de 1804

Diez años antes.

"Tarde" era una palabra con la que William se familiarizaba muy poco. Era un hombre extremadamente puntual, se caracterizaba por eso, especialmente si se trataba de su preciada hermana.
Pero a pesar de sus esfuerzos, el camino no fue amigable con él. París estaba relativamente lejos de Londres, y William tomó todas las precauciones posibles para llegar a primera hora de la mañana, y celebrar el cumpleaños de Annie.
Sabía que ella jamás podría molestarse con él, no era esa clase de persona, que se enfadara por todo, aunque era sólo un pelín más gruñona que él. Y eso los convertía en la mejor dupla de hermanos.

Para William, Anna era sumamente importante, incluso más que su madre, más que su padre.
Eran muy pequeños cuando el rey George perdió la mente, pero William siempre se las arregló para alegrar a Anna.
Y después de cumplir la edad suficiente para ser el príncipe regente de la nación, en nombre de su padre, sus deberes con Anna se extendieron, pues ahora él, era la cabeza de la excéntrica familia que tenían.
Él se encargó de llevarle a Anna las mejores institutrices, de comprarle sus caballos, de proveerla en todo. Y no pecaba de presumido al decir, que prácticamente había sido como su padre. A pesar de ser sólo tres años mayor que ella.

Siempre la procuró, por encima de los demás. Sonaba injusto, claro. William se ocupaba de todos sus hermanos al repartir la fortuna de la corona, en el aspecto económico, no carecían de nada. Pero a Anna, la procuraba económica, emocional y fraternalmente.
Era su hermana, la segunda en nacer, y la que más se parecía a él en muchos aspectos. Además, se trataba de la única de todos que realmente había vivido lo mismo que él, habían sufrido la pérdida de un padre demente, y tuvieron que apoyarse el uno al otro durante todo el proceso.
Por esa razón, William sentía que debía de protegerla con su vida.

Así que después de varios días encerrado en un carruaje, parar en un alojamiento, regresar al carruaje, y sentir que ya no podía más, al fin pudo ver la pintoresca ciudad de París, donde su querida hermana había vivido el último año.
Lo necesitaba tanto, pues el palacio era un caos para ella. Con su madre comparándola las veinticuatro horas del día con Annabelle, las muecas de Laurie y las bromas de los gemelos, Anna ya no sabía ni dónde meterse.
Fue bueno para ella vivir apartada de todos, hasta de William. Aunque era el único que la visitaba casi siempre, y de tanto en tanto, se escapaban a países exóticos para pasar unas largas vacaciones.

Ahí estaba William, bajando del carruaje sólo para verla por dos días enteros, y después regresar a Londres a terminar algunos asuntos.
Era poco tiempo, lo sabía, pero al menos estaba ahí para ella en su cumpleaños.
William entró en la casa, escoltado por el mayordomo, pero no pudieron caminar ni un metro, pues Anna salió de uno de los pasillos, corriendo con una rapidez impresionante, y enseguida, se lanzó contra William, abrazándolo con cierta brusquedad, haciéndolo reír a él y al mayordomo.

𝐖𝐚𝐫 𝐎𝐟 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 • 𝗕𝗿𝗶𝗱𝗴𝗲𝗿𝘁𝗼𝗻Where stories live. Discover now