El hombre del Edén, debe seguir en algún lado, escondido debajo de esa máscara negra. Eso fue lo que pensó Lucifer al ver a Adán postrado en el suelo polvoriento del Infierno mientras se desangraba por la puñalada que le proporcionó Niffty
Charlie y...
- Esta historia se aleja del canon de la Serie de Hazbin hotel justo después de que Niffty apuñala a Adán
- El canon de este fanfic trata y ubica la serie de Helluva boss al mismo tiempo que la primera temporada de Hazbin hotel
- Apenas estoy viendo Helluva boss, así que me disculpo por cualquier error
- Las canciones que se usanaquí ya no serán traducidas a menos que pueda encontrar un cover en español de la misma, ya que siento que al traducirlas pierden ritmo y aveces su significado.
Todo ese cúmulo de sentimientos hizo que la gran figura abriera sus cuatro ojos blancos, recostado en las nubes, suspiró profundamente y se incorporó, sentándose en las esponjosas y cómodas nubecitas
Empezó a concentrarse para descubrir de dónde venían esas emociones tan preocupantes, soltó un quejido de frustración y se volvió a recostar cuando descubrió quien estaba detrás de la bola de sentimientos, "¡Adán!" se quejó
"Hijo Mío, ¿En qué problema te has metido está vez?" preguntó retóricamente la enorme figura de traje blanco al sentir la desesperación de Adán
"Oh chico, ¿Me pregunto si necesitas mi ayuda?" Se pregunta la figura blanca
"Padre mío, Déjame ayudarlo" Le pidió la figura más pequeña que descansaba a su lado. "Oh príncipe, Creí que ya lo habías intentado" le respondió la figura que descansaba encima de las nubes
"Padre, tengo la sensación de que el a cambiado" le rogó el principe a su padre, su creador le dedicó una mirada de confianza antes de suspirar "Esta bien hijo, Sí confías en el y su cambio. Te permitiré intervenir"
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Edén
Luzbel se encontraba vagando nuevamente por el paraíso como de costumbre, mirando de un lado a otro el paisaje y cuidándose de las miradas chismosas de los demás arcángeles, no tenía ganas de otro sermón por parte de Sera sobre como debía dejar que los humanos progresen ellos solos
Caminó por unos minutos más, pero al no encontrar a quien buscaba se sentó en una piedra, tocando suavemente el violín
Tocaba una suave canción y tarareaba una melodía fresca, el viento hacia que las hojas sueltas de los árboles se movieran a su lado, algunos colibríes se posaron en las ramas de los árboles cercanos
