--𝗔𝗻𝘁𝗶-𝗛𝗲𝗿𝗼; ʙʏ (Sᴡɪғᴛ1989ᴛᴠ)
percy jackson y el ladrón del rayo ••
"I'ᴛs Mᴇ, ʜɪ. I'ᴍ ᴛʜᴇ ᴘʀᴏʙʟᴇᴍ ɪᴛ's ᴍᴇ
Aᴛ ᴛᴇᴀ ᴛɪᴍᴇ, ᴇᴠᴇʀʏʙᴏᴅʏ ᴀɢʀᴇes..."
ᵖᵉʳᶜʸ ʲᵃᶜᵏˢᵒⁿ ˣ ᵗʰᵉᵒ ᵐⁱˡˡᵉʳ
𝗣𝗔𝗥𝗔 𝗧𝗛𝗘𝗢 𝗠𝗜𝗟𝗟𝗘𝗥, hijo del mismísimo Hades, la vida en el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
✧･ﾟ: *✧･ﾟ:*
Annabeth me va a matar.
Repito, Annabeth me va a matar.
¿Por qué? Porqué cuando convertí en roca a Alecto justo antes de atraparme, puse la gorra de los Yankees debajo de la cabeza cercenada de Medusa. Y ahora, el regalo más apreciado de su madre, estaba cubierto de un líquido viscoso que espero sea sangre.
Aunque el líquido es verde, ¿las gorgonas sangran en verde?
Como sea, Annabeth me va a matar cuando vea lo que he hecho.
Tal vez la tía Eme tenga una lavadora. Nunca he usado una, pero ¿qué tan difícil puede ser?
Ingresé a la casa, intentando ser lo más sigiloso posible y llevándome la sorpresa de que no había nadie cerca del área. Agradecí eso. Dejé a la decapitada descubierta, mirando a la ventana con las cortinas cerradas, y limpié la gorra con un mantel de la mesa.
No creo que la lavadora tenga una opción de lavar artefactos mágicos, es más, ¿se puede lavar esta gorra? ¿Qué tal si la estropeo y en vez de hacernos invisibles, nos hacemos visibles? Aunque eso no tiene mucho sentido.
Mis manos olían a Medusa muerta. Si eso se puede clasificar como un olor. Terminé de restregar la tela contra el ícono blanco de los Yankees y dejé todo sobre un sofá. Entonces es cuando me doy cuenta de la presencia de Ann en la puerta hacia el sótano. Tenía el ceño fruncido, mientras su dedo apuntaba hacia el objeto que solté hace unos segundos y su boca se abría sin emitir una palabra.
—¿Era esa mi gorra? —preguntó. Dando fin al silencio.
—No —mentí, alargando la "o" en un tono más agudo.
Annabeth se acercó al mueble y la tomó por la visera, turnando sus dedos cada segundo debido a la viscosidad sobre la tela. Ella iba a seguir preguntando, pero preferí ser yo quien hable primero.
Una disculpa por todo lo sucedido anteriormente era lo que esta conversación necesitaba. A veces maldigo mi sentimiento de culpabilidad.
—Annie, yo... yo lo siento —empecé diciendo—. Debí hacerte caso cuando Medusa me llamó a la cocina, pero preferí escuchar a mi cabeza. Y lamento también haber llamado a tu madre "corrupta", me dejé llevar por el mito y...
—El mito es romano —interrumpió.
—¿Disculpa?
—El mito que tu escuchaste, donde Poseidón abusa de Medusa y Atenea la castigó por eso, es romano. No me sorprende que no lo sepas ya que te dormías en clase de historia, pero tranquilo. No pasa nada.
Ah, confundí mitos sin darme cuenta. Culpa de los romanos por no tener imaginación para crear su propia cultura.
—Vamos... Grover y Percy están abajo, reunamos al equipo y larguémonos de este lugar.
