Iron Mom, Doctor Dad and their children Avengers |Ironstrange|

13 [Final]

La mañana de otoño era propicia para salir a dar un paseo junto con Satonyan. Los Avengers milagrosamente no han explotado el microondas y últimamente la delincuencia ha disminuido, incluso Peter ha salido favorecido. El joven héroe tiene más tiempo para su amigo y novia, sin descuidar sus deberes como Spider-Man y sus obligaciones en la preparatoria.

El clima de esa mañana también cooperó para que fuera un día maravilloso. Por primera vez en años, Nueva York respiraba la tranquilidad y la paz.

—REGRESA AQUÍ, SERPIENTE TRAICIONERA.

Pero los héroes siempre atraerán cualquier tipo de problema.

Mientras en la increíble ciudad se gozaba de la calma, dentro del Santuario se llevaba a cabo una pelea entre dos adversarios de la hechicería. Objetos mágicos y no mágicos son destruidos, las paredes sufrieron con hoyos, los muebles afortunadamente no obtuvieron daños irreparables y, para infortunio de Wong, el techo otra vez tenía un agujero del mismo tamaño cuando Bruce Banner cayó y les advirtió de Thanos.

Sentado en un taburete de la encimera de la cocina, Tony revisaba sus redes sociales mientras sostenía al gato blanco en su regazo. Al otro extremo, Wong masticaba tranquilo un sándwich de atún con queso y a su lado el Dios del Trueno bebe su cuarta cerveza. La actitud de los tres es bastante desconcertante, considerando la guerra que se está desatando en el segundo piso. No es que los hombres no quieran detener a los hechiceros, ellos realmente lo intentaron —y casi pierden la cabeza—, pero se cansaron y al final se retiraron hacia la cocina.

Ha transcurrido una hora desde que comenzó la batalla, y teniendo en cuenta la cabeza dura que son esos hechiceros, intervenir es inútil.

—Otra más, amigo Wong —Thor dijo, alzando el vaso para que el asiático lo vuelva a llenar de cerveza.

—Vaya, aquí dice que un famoso no tiene trasero y debe usar uno falso —comenta Stark—. Me pregunto quién podrá ser ese famoso.

—Obviamente, mi hermosa Beyoncé no es.

—Todas las Kardashian tienen culo de plástico.

—Pero ellas tienen.

—Tienes un punto en eso, Thor.

Fuertes pisadas resuenan en la entrada de la cocina y los varones dirigen su mirada hacia dos hombres con aspecto muy desaliñado y ojos gélidos.

—Lucen como si jamás han conocido un baño. —Tony hace mueca. Se fija en las rasgaduras de las ropas y en los moretones de sus caras, los imagina como dos maniáticos en un viernes negro—. Ustedes no tuvieron una contienda de magia, pelearon como gatas en celo por el mismo gato macho.

—Anthony, te amo, pero no es momento para tus comentarios sarcásticos. —Stephen se dirige a sentarse en uno de los taburetes, agarrando su costado derecho con cuidado.

—Estoy bastante decepcionado de tus gustos, Stark. ¿Realmente te has juntado con este campesino? ¿No había candidatos más decentes?

—Ya sabes lo que dicen, cuernitos. Peor es nada.

Strange observó a su pareja con irritación, sin embargo, está demasiado exhausto por la batalla y ya no quiere discutir. Thor se levantó y ayudó a su hermano a sentarse. Si Stephen está padeciendo por una posible fractura de costilla, Loki no soportaba el dolor de espalda y cabeza.

Y sí. El mismísimo Loki Laufeyson se encuentra en el Sanctum Sanctorum. Vivo y todavía guardando rencor hacia el Hechicero Supremo por la humillación de su primer encuentro. Aún cuesta creer que siga con vida, bueno, en realidad solo para Stephen, Wong y Tony, porque Thor no está sorprendido que su hermano se haya salvado de las garras del infierno, otra vez.