Capitulo 6

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A un par de cientos de metros del castillo de los semi-animales. Una carrosa de madera era tirada por dos caballos de aspecto normal, cargando lo que parecían ser piedras preciosas de gran valor.

Un ratón marrón llevaba las riendas de dicha carroza. Tan pequeño y temeroso que no se atrevía a despegar su mirada del camino devuelta al castillo para ver a sus acompañantes de armadura negra.

¡El capitán tenia razón, este reino tiene una mina de gemas tan grande que seria un delito no robarlas!— dijo con alegría un unicornio, llevando en una de sus manos una gema de gran tamaño.

Ten cuidado con eso, el capitán nos dejo muy en claro que quería todas estas piedras en buen estado— dijo el Pegaso que lo acompañaba, advirtiendo a su compañero.

¿Crees que no lo sé?— le pregunto a su compañero, arrojando la piedra preciosa junto con las demás.

Bueno, ya que me arruinaste el estado de animo. ¿Qué es lo que sigue del plan?— le pregunto a su compañero.

El Pegaso miro por un momento al frente, recordando el detallado y elaborado plan que se les fue explicado por su capitán antes de invadir el reino.

Sino recuerdo mal estamos en la etapa 3, cuando acabemos de saquear todos sus minerales preciosos tendríamos que proseguir con la etapa 4. Captura y venta de esclavos como mano de obra al mejor postor— respondió el Pegaso, haciendo que su compañero asintiera en aprobación.

Mierda...— Pegaso y unicornio miraron a quien insulto en voz baja, biendo al Ratón.

¿Dijiste algo chaparro?— le pregunto el unicornio al ratón, haciendo que este se pusiera recto en su lugar.

¡No señor, para nada señor!— respondió con firmeza el ratón, con sus orejas caídas por el miedo.

Eso me suponía— dijo el unicornio volviendo a mirar a su compañero

Bien y... ¿Cuándo comenzamos a divertirnos con las hembras?— le pregunto a su compañero.

Supongo que antes de llegar a la etapa 4, ¿Por qué la urgencia?. Todavía nos queda otra semana de trabajo antes de que abandonemos este lugar— dijo el Pegaso.

Es que todavía no me quito de la cabeza a la belleza que el capitán vendió hace unos días, esa tenia una figura increíble— dijo el unicornio, recordando perfectamente a la semi-animal.

¿Cuál?, ¿La hiena de manchas negras?— pregunto curioso el Pegaso.

¿Qué?, ¡No zopenco!. La de pelaje brillante— le corrigió.

¿Pelaje brillante?— se pregunto el Pegaso, llevándose una mano a la barbilla tratando de recordar.

¿L-La princesa?— susurro el ratón sin querer.

 —¡Esa misma!— afirmo el unicornio con una sonrisa, asustando al semi-animal cuando su cabeza fue revuelta por la mano del unicornio.

Tu si entiendes de buenos gustos— le dijo al ratón, abrazando a este con su brazo izquierdo.

Un poco fuera de tu alcance, ¿No crees?— comento el Pegaso.

El unicornio miro a su compañero con los ojos entrecerrados, ciertamente ofendido por el comentario.

¿Qué quieres decir con eso?, ¿Es demasiada mujer para alguien como yo?— interrogó.

Bueno, si me lo dices así... Una princesa es demasiado para ti— se sincero el Pegaso, recibiendo una mirada para nada agradable de su compañero.

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⏰ Last updated: Jun 05 ⏰

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