La noche cada vez se volvía más oscura, las estrellas en el cielo brillaban con intensidad algo que usualmente no pasa pero en ese momento se estaba creando un escenario perfecto para que cantuña sintiera un terror como nunca. El hombre estaba nervioso, empezaba a sudar y sus piernas temblaban, algo que no nunca le había pasado ya que era muy escéptico con el tema de lo paranormal, así que trato de mantener la calma y convencerse a sí mismo de que aquella figura es solo era un hombre que estaba actuando de forma rara.
Mantén la calma, es solo una persona... pensó.
Cantuña sentía como su corazón estaba latiendo con fuerza, con todo el estrés del trabajo y la preocupación de la construcción intensificaba más su ansiedad pero pese a sus temores siguió su camino, intentando pasar al lado de aquella el hombre. Poco a poco se acercaba, daba pasos lentos pero manteniéndose firme ante la situación, sin embargo, mientras más se acercaba sentía como si algo no estuviera bien. Finamente pasó rápidamente al lado del hombre, Cantuña lo miro de reojo intentando examinar al sujeto, era alto 1.75 aproximadamente, llevaba un traje corbata algo que no era el hombre llevaba un sombrero de cuero, traje y corbata algo que nunca había visto antes, incluso parecía una estatua algo que lo alarmó mucho más. Tan pronto como logró pasar al lado del hombre Cantuña aceleró el paso y cuando estaba a punto de seguir su camino el hombre lo llamó.
¿Tú eres Cantuña? hace tiempo que quería hablar contigo.
Cantuña volteó a ver al hombre con temor.
Cantuña: Sí ese soy yo, y ¿tú quién eres y qué quieres?
No quiero interrumpir tu linda noche, sé que estás apurado así que seré breve...
Cantuña: Tú lo dijiste estoy de apuro, no estoy interesado en nada. - interrumpió con un tono molesto mientras se alejaba del hombre.
De pronto Cantuña sintió una mano en su hombro y en un movimiento brusco Cantuña se dio la vuelta y empujó al hombre. De pronto su miedo se transformó en ira, se acercó al hombre con intención de golpearlo pero el sujeto de traje hizo algo inesperado.
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No me vuelvas a tocar.- contestó aquel hombre con una voz sombría y profunda que hasta en lo más profundo de su mente.
Su rostro cambió de manera tan repentina y la forma tan atroz de su apariencia hizo que Cantuña retrocediera unos pasos y cayera al suelo sintiéndose más asustado y aterrado por lo que estaba presenciando.
Cantuña: ¿Q-Qué clase de monstruo eres?.- preguntó con una voz temblorosa y su cuerpo paralizado.
¿Dices que soy un monstruo? No, te equivocas, soy el mismo demonio.
Poco a poco el ente se empezaba a acercar a un Cantuña asustado y temiendo por su vida, todo de San valentía que tuvo desde un inicio se había desvanecido en un abrir y cerrar de ojos al ver que un demonio estaba atrás de él.
Me llamo Cantares, soy un demonio que habita en las profundidades del quinto círculo del infierno, si me hubieras dejado terminar lo que te iba a decir, no hubiera tenido que recurrir a esto.- replicó el demonio mientras se dirigía lentamente hacia Cantuña. Solo quiero hablar contigo es una pequeña propuesta que tengo ¿te interesa escucharla?.
El hombre estaba atónito, no podía creer lo que estaba mirando, temía por su vida pero estaba seguro de que se intentaba algo el demonio lo mataría así que lo único que pudo hacer fue decir.- Te escucho
Cantares: Perfecto pero primero ven.- contestó el demonio mientras extendía su mano para levantar a Cantuña del suelo.
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Y en un abrir y cerrar de ojos el rostro de aquel demonio cambió a la de una persona normal, aún así con temor Cantuña tomó la mano del hombre para poder levantarse.
