Rasiermesser ins herz

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1 2 : 3 6 A M

─¿Bill? ¡Carajo hasta que contestas!

─T-tom... tienes que hu-uir...

─¿Bill? ¿¿Qué mierda ha pasado??

La señal estaba muy débil, pero bastaron pocas palabras provenientes de la otra línea, para darme cuenta que algo no andaba bien.

No entendía nada.

Llamé su nombre en repetidas ocasiones pero no obtenía respuesta alguna, comencé a perder el control de mis emociones no sabía con exactitud que estaba pasando, el silencio iba a terminar por hacerme cortar las venas.

─T-tom huye tienes que i-rte de ahí aho-ra ─ su voz se oía desgarrada, cada minuto que respiraba podía sentir su dolor y frustración.

Cuando estuve a punto de contestar, oí como lanzaban un golpe y se escucho un quejido de dolor, no hacía falta preguntarse de quién provenía.

La llamada se quedó en silencio por unos cortos segundos, hasta que una voz notoriamente ronca habla.

─ Buena suerte...─ La voz ronca deja de oírse y la línea se corta por completo, lanzé mi móvil al vacío y di repetidas patadas a mi auto.

Me puse de cuclillas en media carretera, la lluvia empieza a caer y comienza a mojar mi ropa, pose mis manos sobre la vendana que cubría mi frente, me balanceaba de aquí allá, mierda estaba desesperado, aquella frase retumbaba en mi cabeza una y mil veces.

"Buena suerte..."

Por más que trataba y trataba las lágrimas luchaban por quedarse ahí, estancadas, soy Tom Kaulitz y un hombre como yo; jamás demuestra sus sentimientos hacía nadie, excepto su alma gemela, su complemento, la única persona que podía comprenderlo en el mundo sabiendo la clase de persona que era, un demonio.

Encendí mi auto y di la vuelta dando marcha a mi mansión que estaba hecha cenizas, buscaba en mi bolsillo derecho la cajetilla de cigarrillos, pero vaya sorpresa, esta estaba mojada y no había un puto cigarro.

La vida amaba verme hechando humos.

Di un fuerte golpazo al volante, apretaba mi mandíbula con fuerza, la sangre me hervía cómo si estuviese en una cueva de lava, el paraguas no me era de mucha ayuda y solo veía hierva y oscuridad.

Sin darme cuenta perdí el control, y termine por chochar con un auto desconocido, di vueltas hasta caer en un profundo vacío lleno de rocas.

Los vidrios desgarraban cada parte de mi cuerpo, el auto daba vueltas como un trompo sin control, de repente dejé de escuchar cualquier tipo de ruido, no veía nada y no sentía nada.

¿Que estaba pasando?

[...]

─ Sí, este joven se llama Tom Kaulitz y su historial dice, que es un asesino en serie, al parecer trabajaba para la mafia Alemana.

─¿Trabajaba? ─ Sí señor trabajaba, su ex jefe era Noah Ramala.

─ Bien, ¿algo más?

─ No señor.

─ Puedes irte, ve a casa, yo me quedaré aquí.

─Cómo ordene señor.

─Tom Kaulitz

Todo daba vueltas, veía estrellitas y luces por todo lado, mi vista estaba borrosa y la cabeza me dolía cómo al demonio.

Intentaba mover mi cuerpo pero algo impedía que lo hiciera, abrí los ojos como platos al ver dónde me encontraba, y de paso a mi izquierda, estaba la última persona que quería ver en el mundo.

𝗖𝗮𝘂𝘁𝗶𝘃𝗲 𝗜𝗻 𝗛𝗲𝗹𝗹; 𝓣𝓸𝓶 𝓚𝓪𝓾𝓵𝓲𝓽𝔃 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora