Cap. 3 🐛

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Febrero 21, 1959

Condado Milwaukee

Wisconsin, Estados Unidos

Tema: Let's Have a Party -Elvis Presly

Jungkook despertó esa mañana muy temprano, el sol apenas estaba saliendo, pero él ya tenía puestos sus zapatos favoritos para poder caminar o correr durante horas. Estos ya estaban algo viejos y desgastados, pero eran funcionales y eso era lo que importaba. Se colocó su boina y salió de la casa para tomar su bicicleta, al subirse a ella y dar el primer pedaleo, la cadena se soltó y no pudo andar. Maldijo en voz alta y dejó la bicicleta en el piso, suspiró fuerte tratando de reprimir las ganas de enfadarse y sonrió al brillante cielo azul antes de iniciar su caminata.

Sus zapatos le ayudarían a no parar su camino, eso era seguro al menos en su mente. Llegó a donde Hoseok le esperaba con una bolsa llena de periódicos, este último al verlo caminar, unió sus cejas.

-¿Y tu bicicleta? -preguntó sosteniendo la propia. La vieja bicicleta de Jungkook era una que había dejado el hermano de su madre antes de morir, y entre él y Hoseok se habían dedicado a arreglarla. Juraría que su madre la odiaba por alguna razón que desconocía, pero prefería a veces no indagar entre los cientos de secretos y recuerdos que ella tenía ocultos en su pecho.

-La cadena se soltó, no pude pedalear. -Hoseok arrugó la frente y le pasó una bolsa con una pieza de pan y una cajita de leche que Jungkook agradeció.

-¿Cómo harás con la entrega de hoy?

-Caminaré -A su mejor amigo no le gustaba la idea, pero también sabía que nada detendría al muchacho de hacer algo.

-Podemos ir a arreglarla luego de entregar el periódico. -El castaño menor le dio un gran mordisco a su pieza de pan mientras negaba con la cabeza.

-Debo trabajar todo el día hoy, necesito algunas monedas extra.

-¿Otro disco de Elvis? -Jungkook negó una vez más ahora bebiendo de su leche. -¿Una nueva bicicleta? Son muy caras. -El menor sacudió su cabeza. -¡Un auto! -el mayor se burló y Jungkook le miró con ojos entrecerrados por su broma.

-No puedo comprar ni unos zapatos nuevos -levantó su pie mostrando el pedazo de piel café convertido en zapato- No, madre piensa que debo trabajar más porque no hago lo suficiente, así que me haré responsable de ahora en adelante y llevaré el dinero a casa. Las mujeres no deberían trabajar, para eso estamos los hombres -levantó su brazo mostrando su fuerza. -Hoseok asintió.

-De acuerdo, entreguemos rápido los periódicos. -Juntos, durante una hora y media recorrieron las calles del condado lanzando periódicos a las casas, Hoseok decidió estar a la par que Jungkook y caminó llevando su bicicleta en las manos. Cuando terminaron, regresaron a la imprenta y le pagaron quince monedas a cada uno, se despidieron el uno del otro, aunque el mayor insistió en acompañarlo y Jungkook se negó.

Este último dio su primera parada en la panadería -¡Señor Laung! -El hombre levantó sus brazos recibiéndolo en su tienda.

-Jungkook, ¿vienes solo? -el muchacho asintió -¿qué te trae por aquí?

-Estoy preguntado si no necesita de mis servicios, para ganarme algunas monedas. -El panadero levantó sus cejas y lo meditó un poco.

-Híjole muchacho, no estoy muy seguro de poder pagarte mucho. -Se rascó la nuca sintiéndose apenado.

-Aunque sea un par, haré lo que sea, lavar sus trastes, sacar basura, limpiar un poco. -el panadero se avergonzó.

-Eso sería demasiado solo por dos monedas. Escucha, haremos algo, ayúdame haciendo algunas entregas, y puedes quedarte con una moneda de cada pago. Son seis entregas para hoy. -El menor asintió emocionado.

El Secreto de Jeon Jungkook [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora