39

453 27 1
                                    

Amsterdam, capital de los Países Bajos

-Ella no puede saber sobre lo que él mercenario dijo.

-Ni siquiera sabemos si es cierto o no.

-Tengo que investigar sobre eso.

-Es muy arriesgado, señor, ya pasaron años desde su último contacto con Nueva York.

El silencio reino en el despacho de mi padre, la voz de Jenkin ya no se escuchó más y por un segundo pensé que ellos se habían dado cuenta de mi presencia al otro lado de la puerta, y que por esa razón se habían quedado en silencio, pero al escuchar un sonoro suspiro de cansancio por parte de mi padre, supe que aún no había sido descubierta.

-¿Será este el comienzo de una nueva guerra?-Volvió a hablar después de aquel sepulcral silencio.

-Si, creo que por fin está llegando el momento en el que Bill quiere apoderarse de todo.

-Una parte de mi, duda que sea él, el verdadero motivo de todo este juego.

-¿Quién más podría ser señor?

El silencio volvió a reinar en el despacho. Una pregunta vino a mis pensamientos,
¿quién es Bill? por qué mi padre estaba tan obsesionado con el y con ese mercenario que antes menciono, tantos secretos, tantos misterios que aún no se, y que tengo que averiguar.

-¿Ya se lo dijo a Caroline?

-No, ella no puede saber sobre esto Jenkin, prométeme que no se lo dirás a Hans ni a ella.

-Se lo promet...

-¿Por qué?-Entre de inmediato al despacho, antes de que Jenkin terminará la palabra, una vez que él promete algo era como enterrar eso en lo más profundo de su ser, jamás lo diría, ni aunque estuviera al borde de la muerte.

Mi padre y Jenkin se quedaron en silencio, ambos con rostros sorprendidos por mi repentina presencia ahí.

-¿Por qué no quieres que sepa la verdad? ¿qué tanto me escondes? merezco saberlo.-Mi inquietud era muy notoria en cada palabra. Quería y tenía que saber que era eso que me ocultaba.

-Caro...

-No quiero excusas padre, quiero la verdad y me la dirás ahora o te prometo que yo misma iré a buscarla.-Hablé con determinación, mi postura recta lo dijo todo y ante eso Jenkin no se atrevió a protestar, pero mi padre si.

-Ya basta, nunca te enseñe a escuchar detrás de la puerta.

-Lo se, siempre me enseñaste a ser directa y por eso lo estoy siendo ahora, pero tú no.

-Ella tiene un punto a favor señor.
-Dijo Jenkin con el mismo rostro inexpresivo de siempre, mi padre le dedicó una mirada asesina, pero él no se retracto ante su palabra.-Merece la verdad.

-Jenkin, no es momento de que te pongas de su lado.

-Claro que es momento.-Volví a hablar, esta vez dando un paso hacia adelante con la mirada en alto hacia a mi padre.

-Esta bien, quieres la verdad, entonces la tendrás.-La voz fría de mi padre me erizo los bellos de la piel por un momento, nunca en toda mi vida me había hablado de esa manera, pero cuando mire que no cambio de opinión, supe que realmente hablaba enserio.

-Iremos a la bodega Jenkin, prepara la camioneta.-El nombrado asistió, mire de reojo como se dió la vuelta y después escuché la puerta del despacho ser cerrada.

//

Nueva York, Estados Unidos

-Nada, no hay nada sobre el paradero de Katia.-Mire a Nina con cansancio, desde la partida de Bill por la noche de ayer, hasta la mañana de hoy, no habíamos sabido noticias sobre Katia.

Oscuros Secretos Parte 1 - Bill Skargårg [La Mujer Del Diablo Book#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora