- Que triste...

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Habían pasado meses de lo que había ocurrido con Napoleón y Josephine.

Napoleón ya estaba pensando que todo ya estaba bien y que nada iba a arruinarlo.

Pero un día mientras Napoleón se paseaba por su palacio, vio como Marie lo espiaba de lejos.

Marie se asusta y rápidamente mira hacia otro lado y se esconde detrás de un arbol, aunque Napoleón ya la había visto.

— ¿Que haces aqui? —

Marie evade la pregunta rápidamente, y responde:

— ¡Eso a ti no te interesa! ¡Maldito enano! ¿Porque estas tratando de robarme a mi esposo? ¡¿Quien te crees que eres?! Estupid-

Antes de que Marie vaya a decir algo más, Napoleón le da una bofetada para que se calle.

— ¿Que preguntas haces? Soy el EMPERADOR de Francia, y aún así preguntas que quien me creo, no me faltes el respeto por que si no voy a enviar a soldados para que te maten, o si no, yo lo haré con mis propias manos. Y si, te robe a tu esposo, ¿Y que? El esta mejor a mi lado. No con una... Psicópata, trastornada y loca. —

Marie se quedó atónita al oir todo lo que había dicho Napoleón sobre ella.

— ¡No me faltes el respeto a mi tampoco! Y, ¡Matame! Vamos a ver si puedes ponerme un dedo encima, y si... ¡Soy una psicópata! Pero yo jamás, JAMÁS dejaré que tu, "emperador de Francia" me quité a mi esposo por que se le dio la mera gana.
Y no creas que me das miedo por que no te temo para nada, se que soy una mujer que no tiene ni derechos para hablar, pero no pienses que por eso voy a dejar esto así. —

Y al decir esto, Marie se da la vuelta y se va.

— Pues si, que loca esta... — Murmuro el sirviente, ¿Acaso estaba escuchando todo desde el principio?

— ¡Ah! Me asustaste, jaja, pensaba que eras alguien más, que bueno que fuiste tú, y si, esta demasiado loca, pero no me interesa para nada. —

— Ah, si.. Supongo que, usted y Alejandro están saliendo ya, ¿O no? —

— ¡Si! O bueno, eso creo ya que el quiere tener la relación en secreto, pero ya sabes —

— Uh... Bien por usted, espero y sean una "linda" pareja.. — Dijo algo desanimado el sirviente.

— ¿Ocurre algo? — Pregunto Napoleón.

— ¡Oh! No es nada, no se preocupe, solo me siento un poco mal.. —

Napoleón le sonríe, lo que hace que el sirviente se ponga algo nervioso, y solamente se le ocurra la mejor idea para calmarse, ¿Respirar hondo? ¿Pensar en otra cosa? No, si no más bien...







Darle un beso.

Napoleón se aleja rápidamente al ver como el sirviente quiso darle un beso, o bueno, lo que iba a intentar hacer.

— ¡Eh! Espera, ¿Que pasa? — Napoleón se incómoda demasiado, y evita el contacto visual.

Al verlo así, el sirviente solo pide unas disculpas por hacer eso, y se retira rápidamente en donde estaba Napoleón.

{ ¿Acaso me quiso besar? Obviamente no, que cosas piensas Napoleón, pero... Se acercó como para darme un beso... Que extraño es. En fin, debería irme adentro, estoy demasiado cansado para poder pensar tonterías, bueno... Pensar en Alejandro conmigo no es una tontería. }

Napoleón de la nada se ríe en pensar eso, pero luego se queda en shock por ver como se reía de la nada.

{ creo que necesito ir a un doctor, no será que se me metió un demonio... }

Mientras tanto, el sirviente se encontraba encerrado en el baño, algo triste por ver como había rechazado su beso, y se miro a el espejo y pensó:

{ Tal vez, si yo fuera Josephine o Alejandro... ¿Me hubiera besado?... O tal vez si fuera de su misma clase al menos estuviéramos juntos los dos... Sin que nadie nos estorbe... ¿Me odiara? Sin duda, creo que ahora si me odiara demasiado... }

Napoleón tranquilamente estaba sentado en su silla, leyendo un periódico con una taza de té.

Pero se sentía algo solo, ya que no estaba Alejandro junto a el, y se puso algo deprimido por eso, quería que Alejandro se quedará con el para siempre. Y lo quería para siempre...
Sin duda, estaba muy enamorado de el

....

// ¡Por fin acabe este capítulo! Se me vinieron miles de ideas por una simple canción de Mitski, más especifica la de: "Me and my Husband", Jeje.

En fin, ¡Tengan unas lindas vacaciones! :D

Palabras: 724

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